Qué pena, caballero
verte pelear con soliloquios,
verte ido, cual mendigo
de yelmo roto y oxidado,
de escudo tosco y abollado,
de corcel enflaquecido.
Qué pena, caballero
el verte distraído,
el verte derrotado.
Desgarbado bajo la luna,
desgarbado bajo tus dudas;
viejo, solo y traicionado;
hambriento, ciego y dolido.
Qué pena, caballero.
Ayer eras leyenda;
hoy tu espada se ha extraviado
y tu recuerdo...
extinguido.
Comentarios
Pues sí, muy concreto
Felicidades
Emilio