¡Bienvenido/a!

Pareces nuevo por aquí. Si quieres participar, ¡pulsa uno de estos botones!

Juntos a la par.

Juntos a la par.

Hoy es 15 de diciembre, estamos a pocos días de navidad, pero algo malo está pasando. Hace unas jornadas, mi esposa ha tenido irregularidades en su salud. Para ser sincero, somos una pareja de la tercera edad, por decirlo de alguna manera. Me llamo Nelson y no estoy muy bien psicológicamente debido al estado de mi esposa, pero ella está peor: físicamente está muy débil y los doctores diagnosticaron que le queda muy poco tiempo de vida, si no fuese por las maquinas del hospital y demás, ella no estaría en este momento. Por esas ironías de la vida a pesar de que nos manteníamos bien, comíamos lo mismo, entre otras cosas, yo me encontraba en perfecto estado. Simplemente… no lo entendía. 

Me encontraba sentado al lado de la camilla en unas de las habitaciones del lugar; ella estaba postrada, con cables y conductos en su cuerpo: así que tomé su mano para sentirla un poco más cerca.

“¿Sabes? La vida es injusta… no voy a negar que vivimos ésta a flor de piel, porque sí lo hicimos cuando fuimos jóvenes. Pero… ¿Por qué tú primero? ¿Por qué no fui yo? Simplemente no lo entiendo…” Hablé melancólicamente mientras lágrimas bajaban por mis mejillas.

“Tranquilamente yo puedo decir lo mismo” Escuché una voz entrecortada, angustiada. Era de Romina, mi esposa, que trataba de hablar estando con el respirador artificial, mientras lagrimeaba. “No me queda mucho tiempo, por eso voy a decirte algo que siempre te dije: Me alegro de haberte conocido, fuiste lo más lindo que me pasó en la vida”. Hablaba a duras penas.

 Mi corazón empezó a palpitar muy rápido, era obvio que se estaba despidiendo. Tranquilamente podría darme un paro cardiaco.

“Vive lo que te queda de vida, porque es una sola, así que aprovéchala, a pesar de que ya lo hicimos, sigue sin mí” Me dialogó, así que me dediqué a responder.

“Lo siento… Yo, cuando te conocí, supe el porqué de mi existencia, de mi propósito de vida. ¿Sabes cuál es? Es amarte. Por eso, si tú ya no estás conmigo, si no tengo en vida, no tengo una necesidad de seguir en este mundo, y debido a eso no tengo planeado vivir más que tú” Le terminé de hablar para secarme las gotas de angustia que recorrían mis mejillas sin parar. Para luego yo dejar una nota en los pies de la camilla que había escrito con antelación. Luego un sonido intermitente se empezó a escuchar con más frecuencia…

“Gracias por todo, te amé, te amo y siempre te amaré” Me dijo ella como pudo, a lo que yo respondí; “yo también”. Mi corazón se empezó acelerar al igual que mi respiración. No quería perderla, ella era todo para mí, no tenía otra cosa más importante. Entré en desesperación.

El sonido que era intermitente, pasó hacer continuo. Ella ya no estaba con vida. Mis síntomas continuaron, estaba a punto de volverme loco. Un grito ahogado de dolor, angustia y tristeza solté. Me agarré el pecho con la mano izquierda en el lugar del corazón, debido a que con la otra seguía sosteniendo su mano.

 

El hombre no soportó la pérdida de su mujer, y le dio un paro cardíaco. Su cuerpo sin vida cayó sobre el vientre de su esposa, pero a pesar de todo, nunca soltó su mano. Yo, el doctor, que había llegado en ese instante a la sala, tomé la nota y comencé a leerla: “Yo, junto a Romina, mi esposa, vivimos una vida muy linda, hicimos realidad muchos de nuestros deseos. Pero como última petición y sueño más anhelado, queremos que nos sepulten el uno al lado del otro. Juntos, a la par. Eso solo les pido”. Y así como decía la carta, ocurrió, ambos fueron enterrados en el cementerio local.

FIN. 

Nota:

Hola. Bueno, quiero decirles que yo hice la susodicha historia con el fin de plasmar lo que en ese momento pasó por mi imaginación (como todas). No busco generar nada en particular en el lector, que por ahí algunos lo ven mal... pero honestamente creo que este escrito fue algo "random" y solo lo escribí sin profundizar sentimientos ni nada. Aunque espero que les haya gustado.

Disculpen la molestia. 

Comentarios

  • amparo bonillaamparo bonilla Bibliotecari@
    Bonita historia, a la par los mando pal otro lado, amores así ya estan muy escasos, pero aún se ve uno que otro.
  • NeguNegu Fray Luis de León XVI
    Es bonito y se lee con mucha facilidad. No es nada pretencioso ni antipático. Gracias!
Accede o Regístrate para comentar.


Para entrar en contacto con nosotros escríbenos a informa (arroba) forodeliteratura.com