LA NAVIDAD DE LOS PAVOS
Aquella Noche Buena, Pipina no llegó a cenar.
Sus hijos estaban desconcertados, pues ella siempre llegaba a tiempo a casa y les llevaba gusanos para la merienda.
Papa Pavo, completamente desconsolado, tuvo finalmente que decir a sus pequeños lo que la Navidad significaba para su especie.
Todos, llenos de lágrimas, perdieron el apetito.
Comentarios
Tienes razón. No es un chiste perder a la madre la víspera de Navidad.
Voy a mudar este cuento a la sección de historias dramáticas.
Gracias por leerme.