Queridos amigos y amigas: tengo el placer de comunicaros que por fin,
Sandalias de bronce está publicada.
Espero que os guste. No quiero aburriros pidiendo que la leais, pero me gustaría que os atrevierais a echarle un ojo. Tanto en
mi blog como en
http://amzn.to/2b5thsn , es posible leer los primeros capítulos sin comprarla. No es mucho trabajo ¿verdad?.
Con cariño. (っ◕‿◕)っ ♥
Comentarios
.
..
.
Hoy mismo estoy subiendo el segundo libro de la serie: El escriba y la reina.
Saludos.
Autora: Nae Sirud
Sinopsis:
Benar-Zala es el más occidental de los 15 matriarcados, una tierra generosa gobernada por mujeres, donde el bien común y la conciencia de clan mantiene a raya toda ambición individual. El contacto entre hombres y mujeres es una función social más, nunca una relación en exclusiva, por lo que no existen las parejas. Cada matriarcado es una familia única donde todos se aman, nadie está solo ni existen clases, salvo que el colectivo de mujeres es el que toma las decisiones, y la reina es su representante. Pero existe otra tierra gobernada por hombres, en la que las mujeres apenas tienen derechos, e inevitablemente ambos mundos acabarán chocando. Los matriarcados se verán obligados a defenderse de los invasores venidos del mundo remoto, y también acabarán comprobando que no todos son capaces de vivir bajo sus normas, pues no es posible renunciar completamente al amor o a la libertad.
Dónde conseguirlo:
Amazon por 0,98€
Fechas de lectura:
8 de septiembre - Hasta el capítulo 12 (incluido) el 25% del kindle
15 de septiembre - Del capítulo 13 al 24 (incluido) el 50% del kindle
22 de septiembre - Del capítulo 24 al36 (incluido) el 75% del kindle
29 de septiembre - Del capítulo 37 al final
Nota: Recuerden comentar cada lunes hasta el capítulo de esa semana. También pueden durante la semana hacer preguntas, generar debate, sugerir cambios, en fin, dar su opinión. La escritora estará disponible para responder sus preguntas y participar de la discusión.
Compártelo en Twitter #GrupoDeLectura
En general me está gustando bastante, aunque al principio me costó un poco no perderme con tanto nombre, pero bueno, luego se va haciendo más sencillo.
Lo siguiente que quería comentar son las notas: me parece bastante curiosa la forma de poner las distancias, me ha sorprendido muy gratamente, la verdad, porque es un aspecto que siempre me cuesta hacer cuando escribo yo: encontrar medidas que el lector entienda pero que no lo saquen del mundo que he creado y en el que, por tanto, no es probable que existan metros, segundos o kilogramos. Además, como son notas, si no quieres leerlas puedes ignorarlas, así que tampoco entorpecen. Me ha parecido una buena opción. Me gustaría saber de dónde las has sacado.
Relacionado un poco con lo anterior, me han sorprendido también la maquetación (versión .mobi) y que los diálogos (¡bien!) estén bien puntuados, con sus rayas y todos. Últimamente cada vez veo más chapuzas de maquetación en Amazon, así que... ¡ole! Sólo una curiosidad: ¿sangrar por la izquierda los párrafos de los diálogos es intencionado? Nunca lo había visto.
De la mano de la maquetación llegamos a los aspectos formales. El «informe» final lo daré en la última valoración, pero de momento voy adelantando que está bastante limpio. Me he topado con uno o dos gerundios de posterioridad que me han dado mucha rabia y con un «mazizo», por si quieres echarle un ojo. Pero, en general y de momento, está bien.
Terminadas ya estas cuestiones más o menos objetivas, llego a lo que es el tema de la novela: de momento tenemos descrito más o menos el escenario, un mapa general, los puntos de interés (los reinos del Este y del Oeste y el punto intermedio en el que han raptado ya a varias mujeres) y a los personajes que van a desarrollar todo el tema. Es claro, se entiende... bien. Lo que quizá no veo tan claro es esa supuesta utopía de los matriarcados. Me explico: entiendo el punto de la novela: era una sociedad patriarcal y en algún momento se han invertido las tornas, pero no acaba de parecerme estable, creo que han pasado de un extremos al otro y que hay varios aspectos que no son tan ideales como ellos creen. (Sospecho que por aquí va el conflicto de la novela). Por ejemplo, si vamos al tema de las relaciones entre los dos sexos, creo que esta sociedad ha ganado en cuanto a libertad sexual (más para las mujeres que para los hombres, ya que ellas pueden elegir) pero han perdido el concepto del amor; parece que la única relación posible es, desde el punto de vista del hombre, tener alguien con quien tener sexo para luego presumir y, desde el punto de vista de la mujer, un esclavo que le dé masajes, la acaricie o se acueste con ella, a capricho. Lo encuentro casi tan terrible como el polo opuesto: parece que en esta sociedad ser libre significa no poder atarse y tener que ver al otro siempre como un medio, no sé si me explico. Como digo, me parece que por aquí va a ir al menos la trama de Safra, ya veremos.
Otro aspecto conflictivo es que parece que todos los matriarcados son aliados solamente porque son matriarcados; sospecho que aquí hay gato encerrado: los hombres tienen conflictos y las mujeres también, ya sea por tierras, por comercio... por lo que sea. Todo el mundo tiene su genio.
Vamos a ver cómo se va desarrollando la historia y lo que pasa con todo esto.
Curioso lo de las sandalias de bronce para los caballos, demás que de ahí se perfeccionó las herraduras para ellos, no me imagino a los pobres andando con paso fino, para que no se le cayeran las correas.:)
Buen detalle el de proporcionarle el herrero, allí entre ellas no se tiraban.
El suspenso sigue, que pasaría con las chicas desaparecidas
La trama de Sandalias de bronce me llamó la atención desde un principio, sin temor a equivocarme, creo que en más de una ocasión en la vida una mujer se cuestiona como sería un mundo regido por mujeres.
El poder del hombre queda relevado a un segundo plano, no es que sea inferior, sino que sus quehaceres están establecidos dentro de unos arquetipos para que el entramado no se desmorone.
El amor de pareja queda relegado a favor de una estabilidad del sistema, el unir tu vida a un hombre en exclusividad es un peligro para la continuidad del matriarcado. Siento una constante: el miedo a que el hombre se haga fuerte y arrebate el poder.
El ideal sería una sociedad en igualdad de condiciones... la balanza se mueve de un lado a otro...
Amores escondidos, entregas sexuales sin sentimiento profundo (solo por placer o para procrear), raptos, asesinatos, intercambios entre pueblos, viajes, herraduras, misterio...
Habrá que esperar a la semana que viene para seguir desgranando la novela y comentando entre nosotros
La cuestión principal la apunta Estrofa: ¿Cómo sería un mundo regido por mujeres? En la realidad no lo sabemos. Ha habido reinas, matriarcados, pero no ha habido un sistema de gobierno femenino. Todos han sido masculinos.
La respuesta a esta pregunta tiene dos opciones: a) sería parecido al mundo gobernado por hombres. Descartado porque no tendría interés literario. b) sería diferente. Pues a eso me puse, y ¿en qué? Pues tenía que ser en algo básico, y decidí que las mujeres sabrían anteponer el interés común a la ambición individual. Ningún matriarcado ansía conquistar a sus vecinos, porque su reina es una representante, no la dueña y señora.
Por otra parte estaba el tema del número mínimo de personas que necesita una comunidad para no degenerar por endogamia. Los genetistas ponen el umbral en 200 individuos, considerando paridad mujeres/hombres y un 70% de mujeres en edad fértil. En la Edad del Bronce, último período en que se piensa que pudo haber algo parecido a un matriarcado real, las comunidades eran menores. La guerra y rapto de mujeres ayudó a la regeneración en las primeras poblaciones históricas, pero en este otro sistema tenía que ser forzosamente pacífico, de ahí lo del intercambio.
Las diferentes especies animales tienen distintas maneras de enfocar la reproduccion. La mayoría no crean parejas estables. En otras es incluso una única hembra la que se responsabiliza de la reproduccion. La opción más clara fue que la sociedad no se fundamentase en la pareja. Cada matriarcado es una familia. Como se explica en el capítulo del segundo libro que puse por ahí de muestra, las mujeres asumen el papel que en nuestra sociedad tienen los padres, y los hombres el que nosotros damos a los hijos.
Literariamente, el intercambio reproductivo entre dos comunidades resultaba muy atractivo, por eso es el tema de estos primeros capítulos. Tampoco hay constancia de que en las comunidades del paleolítico (pequeñas, en general) la pareja tuviese la misma importancia que hoy. Más que descartar el amor, trato de enfocarlo de manera diferente a lo que nuestra cultura entiende por amor: la atracción e identificación entre dos personas. Lo planteo de manera que no haya ese salto abrupto entre la persona amada y el aprecio que tienes por los demás seres queridos. No quise dar la sensación de que el sexo fuese sólo físico.
En este primer libro he cargado a propósito las tintas en la supremacía de las mujeres sobre los hombres, con la intención de haceros esta pregunta una vez leídos los primeros capítulos: ¿Hubieseis tenido la misma sensación de irrealidad o de utopía si se os contasen exactamente las mismas escenas y los mismos hechos, con los géneros cambiados? Pensadlo con calma, es probable que hayáis leído historias mucho más parciales. Hay incluso libros y películas ¡en los que no aparece ninguna mujer!
Pero el amor puro entre una mujer y un hombre aparecerá… y tendrá que buscarse camino en este sistema, Ya lo iremos comentando. Por otro lado, no tendría interés contar un mundo sin problemas ni conflictos, así que en otros lugares hay reinos gobernados por hombres donde rige la fuerza. El mundo de las mujeres no está completamente aislado.
Sobre las medidas y distancias: pues he establecido un sistema antropométrico como los antiguos, y la división en doce partes como base. No es nada nuevo porque se trata del sistema sexagesimal, que no se sabe muy bien por qué razón, fue desplazado por el decimal.
Las sandalias para los caballos es real, La herradura está documentada desde los romanos, que comenzaron a clavarlas en las pezuñas de los caballos. Antes de ellos las protecciones tenían que ir amarradas. Se cree por relieves y pinturas que los materiales más utilizados eran el cuero y el esparto, dependiendo de querer proporcionar más comodidad o mayor tracción a los animales. En algún momento, antes de comenzar a clavarlas y reducirlas al arco de la pezuña, comenzaron a hacerse de metal (se conservan algunas del principio de la era romana). Ese momento lo incorporé al argumento.
Gileblit, he visto ese “mazizo”. ¿te acuerdas de cómo eran esos gerundios, para poder buscarlos?
Gracias por las notas. Si algo no ha quedado claro o se os ocurren otras cuestiones, estaré pendiente. Saludos.
Teniendo en cuenta que llevamos una cuarta parte del libro y que han de suceder más historias que comentar, antes de pasar al siguiente tramo estaría bien profundizar en el actual.
Tienes razón en lo que comentas, que de haber sido al revés, no nos hubieran producido tanta extrañeza según que actos. Es lo que hemos mamado en la historia y no nos choca, aunque eso no signifique que compartamos la forma de regir y proceder de otras culturas o civilizaciones.
Uno de los temas que comentas, el de la endogamia, pone al descubierto el problema con el que se encuentran las comunidades cerradas de pocos miembros... El sistema de intercambio me hizo pensar que los hombres no eran más que ganado al que traer, llevar y prestar (cuántas veces se habrá hecho esto mismo con las mujeres...hay que reconocer que en el matriarcado tienen más tacto y sensibilidad al tratar esta cuestión) aunque la gran mayoría estén encantados de salir elegidos para el intercambio, no deja de ser otra forma más de restringir la libertad de elección. No lo veo tan bonito, porque al igual que una mujer se puede sentir mal al tener que practicar sexo con alguien que no elige, un hombre, aunque suene raro, podría pasarle lo mismo. Es una construcción de un gran harem para mujeres (el sueño erótico de más de una :rolleyes2:) Esto me lleva a pensar que siempre que existan unas leyes restrictivas el rebelarse ante ellas se hace necesario.
Has plasmado en la novela una guerra de sexos, y diferentes formas de enfocar un mundo, y esto resulta interesante, pero me temo que dentro de un sistema aparentemente inocente se esconde una forma más de tiranía, aunque más suave y delicada.
Siento como si el papel del hombre fuese el de ser dirigido por no tener muchas luces y el de la mujer el de ser inteligente y capaz de reconducirlos. Pienso que un matriarcado, acabará incurriendo en parecidos errores que un patriarcado, porque no deja de ser un sometimiento a unas reglas de uno de los dos sexos.
Enamorarse es un gran problema, tienes que hacerlo a escondidas, bajo riesgo de que si te pillan te pueden separar del ser amado, por lo tanto crea infelicidad. Añado sobre esto que el amar como hoy se entiende, no tiene porque llevarte a una felicidad. El sistema del matrimonio lo veo obsoleto y ajeno a la libertad del amor, un mero trámite de eres mío/mía.
Hay que reconocer que le das la vuelta a tantas cosas establecidas, que haces cuestionar que lo que pudiera parecer idílico, acabaría por no serlo, porque el sometimiento de uno de los dos sexos nunca podrá ser un sistema justo.
Interesante libro
Totalmente de acuerdo contigo, es la misma sensación que me dio a mí. Por otro lado, lo que comentas del concepto del amor como «propiedad», también es algo que puede tener muchos grados. Por ejemplo, en la antigua Grecia existían las bacanales como ritual de liberación sexual; también había rituales parecidos en algunas sociedades célticas y hoy en día hay culturas que aceptan la poligamia (es cierto que más de un hombre con varias mujeres que al contrario): todo esto es relativo y depende de la educación y la cultura de cada grupo. La propuesta del libro es interesante porque, como dice Nae, es distinta: es como invertir los papeles.
Te los listo (los pongo ocultos, por si alguien todavía no ha llegado. Son hasta el capítulo 12)
[OCULTAR]
Aquí me refiero a la mayúscula, no es un gerundio.
Ese gerundio no es de posterioridad, es un sustituto de la subordinada adjetiva. Es como lo de «Se busca secretaria sabiendo inglés».
[/OCULTAR]
Como se verá según avance esta novela, y sobre todo en la segunda, la única jerarquización es el género. No hay más escalones salvo la reina. Todos los miembros de cada sexo reciben la misma educación. Los trabajos se turnan, y si bien pueden estar dirigidos por alguna persona en concreto, será únicamente por ser quien demuestra mayor destreza en el oficio.
El sexo, como lo demás, es una actividad no programada, pero sí regulada o dosificada por las mujeres. Todo se decide de manera asamblearia. La participación de los hombres comenzará a considerarse en la segunda mitad de la segunda novela, aunque en esta primera se va instaurando un precedente (Arzal).
Sí, los hombres son utilizados para la reproduccion como para cualquier otra función. Pero fijaos en que en el tercer capítulo se dejan claros dos detalles: los hombres pueden no participar si no les apetece, y por otra parte se procura que nadie quede excluído (algo que sí pasa en nuestra sociedad). Esto, unido a que sí se considera un acto afectivo y no puramente biológico, evita problemas mayores como la exclusión o la soledad.
Sobre las bacanales, pienso que no eran rituales de liberación sexual, y no eran ni mucho menos abiertas. Se trataba de reuniones secretas con sacrificios a Baco, como sabéis dios del vino. Se consideraba que con el vino sagrado (digamos bendecido) Baco tomaba el control de la mente, por lo que en esas reuniones los actos los dirigía el propio dios. No sólo había sexo, se cometían auténticas atrocidades, pero todo quedaba allí.
Saludos.
Me ha hecho bastante gracia el concepto que tiene el rey del continente de las mujeres: es como su tierra prometida; sin embargo, las mujeres de los matriarcados no piensan lo mismo de ellos. Es bastante irónico. Me gustaría ver que harán si consiguen llegar allí, porque me temo que los paraísos nunca duran demasiado, ¿cierto?
El grupo de forajidos, el otro hilo nuevo que se abre en estos capítulos, también es bastante interesante. Al principio creí que eran ellos los que raptaban a las mujeres, pero parece que no. Es bastante anecdótico también que a los hombres del continente que están con ellos ni siquiera se les pase por la imaginación hacer tal cosa: son hijos de las costumbres que han estado mamando desde pequeños. Para mi gusto, es un detalle de calidad de la construcción de los personajes: aunque hay algunas afirmaciones o ideas que tratan al hombre como inferior, como imbécil (en el sentido etimológico de la palabra), en ese pequeño grupo se ve que distanciarse de las ciudades no hace que mágicamente cambie su mentalidad. Como digo, un detalle realista que me ha gustado mucho.
Por el momento, no tengo mucho más que decir.
La reina Benz-Uría no puede hacer una excepción con la relación de su hijo Bar-Enkal y Lacía, porque eso debilitaría el seguimiento de las normas por parte del resto de la comunidad. Si saliera a la luz se convertiría en un problema importante.
En la huida de Madián salta un eslabón del conformismo ante las reglas. Hay hombres que no pueden continuar con el régimen establecido al enamorarse, o deciden vivir según sus normas y abandonan los matriarcados.
Madián decide acudir al lugar donde desapareció Zafra y mataron a sus compañeros. En el camino se une a una banda de rebeldes que sobreviven como pueden.
En una de las reuniones que celebran los matriarcados, hablan sobre el miedo a una vía de asalto: el mar. Al aparecer la embarcación más grande que habían visto hasta entonces, da comienzo la preocupación.
Ante esa disyuntiva y los asaltos continuados de rebeldes y bandidos, deciden en la reunión construir otra fortificación en los pasos y aumentar la vigilancia.
Inaídes, rey de Zirgon tiene conocimiento de tierras gobernadas por mujeres. Además sabe algo del secuestro: una de las mujeres murió intentando huir, la otra consiguió hacerlo (existe la posibilidad de que sea Zafra).
Finaliza la construcción de la nueva fortaleza con una fiesta, mientras, en el reino de Zirgon construyen grandes barcos pensando en atacar y conquistar las tierras gobernadas por mujeres.
Se ha puesto interesante
Quizá aclarar (lo iréis viendo) que entre los hombres del continente también hay sus diferencias. El poder lo ostenta Inaídes, en Zirgon, principal ciudad del norte. Se trata del típico rey guerrero y ambicioso de gloria. Su subordinado Lipredes, gobernador de Barana, en el sur, también tiene sus ambiciones pero son más materiales, es muy práctico e inteligente, y se vale de hombres ingenuos y manejables, en lugar de en fieros soldados como hace Inaídes.
Acabo de leer rápidamente los capítulos, y aún he tenido que hacer correcciones ortográficas, sobre todo acentos: sólo y solo cambiados, algún leísmo etc. Me parece increíble después de haber hecho tres revisiones, pero ahí están. Si veis algo más grave, por favor indicádmelo.
Gracias por continuar leyendo. He visto que estos capítulos pecan de escuetos, algunas veces debería detallar un poco más los datos, las circunstancias, dejar más claro lo que está sucediendo. Bueno, si tuviese que escoger una de las cuatro partes en que se ha dividido para la lectura, me quedaría sin duda con la tercera, así que espero que la disfrutéis.
Saludos.
Soy nueva en el foro y me gustaría decir que el libro me ha enganchado desde el principio. Me cuesta no seguir avanzando y respetar los plazos.
El argumento es de lo más original. Creo que un mundo regido por mujeres sería muy distinto a la realidad imperante. Estoy de acuerdo en que el tema sexual llama tanto la atención por el cambio de roles de mujer y hombre.
Mi más sincera enhorabuena a la escritora.
Saludos
No te preocupes; como dice mi padre, esto pasa hasta en las mejores familias. Por eso precisamente existen los correctores profesionales; y, aún así, no somos infalibles.
Soy de quienes opinan que, si hay suficiente para que se entienda (como creo que es el caso), no hacen falta más explicaciones. El lector también tiene que trabajar un poco para unir cabos, ¿no?
"He visto que estos capítulos pecan de escuetos, algunas veces debería detallar un poco más los datos, las circunstancias, dejar más claro lo que está sucediendo."
me sorprendió un poco la ligereza de contenido, que sin llegar a ser preocupante, quizás quedaron un poco vacíos. Recuerdo ir leyendo cada capítulo e ir anotando, y encontrándome con poco que cavilar, con esa ligereza que he comentado antes. Si buscas una lectura rápida, en la que no tengas que leer más de una vez unos párrafos para llegar a buen puerto, algo entretenido sin más, pues es adecuado, pasan rápido, se asimilan bien, pero plantean lo justo y necesario... La primera parte que comentamos la semana pasada la encontré con más carne, más sustancia... No sé si esto que comento servirá para ayudarte o es una tontería que me podía haber ahorrado, pero ahí queda esa sensación...
Tú puedes dar bastante más, estoy segura de ello Y lo harás...
Bueno, quería solamente decir que sí, la segunda parte ha sido un poco de transición, un grupo de capítulos más de ambientación y prospuestas que otra cosa. También es cierto que como primera novela, traté de hacer algo ligero y legible. No sé si hay quien intenta comenzar escribiendo un best seller o una historia de las que quedan para la posteridad, pero desde luego no ha sido el caso, sino que la intención era probarme. Cuando ingresé en el foro, en abril, la segunda novela ya estaba redactada, y aunque la técnica narrativa es la misma, creo que es mucho menos dispersa, más consistente. Pero aún así esta primera cumplió su función.
Otro detalle, por si leéis esto a tiempo, es que me he dado cuenta de que hay un salto bastante marcado entre los capítulos 40 y 41 (el total son 50). Así que temáticamente sería lógico extender la tercera parte hasta ese punto.
Pues nada, en un día o dos seguiremos comentando. Saludos.
Si tengo que poner un pero (aunque no es de esta parte sino en general) es la cantidad de nombres que hay. Más de una vez me he perdido (tal vez por ir deprisa, también puede ser). Creo que una forma de no renunciar a poner nombres pero ponérselo un poco más fácil al lector sería poner un apelativo o algo que aluda a algún dato que ya se ha discutido antes cuando nombres a alguien que hace tiempo que no aparece. Por ejemplo (en este caso no hace falta, pero lo pongo de ejemplo), «Madián, el único hombre que había atravesado el mar y vuelto para contarlo». Es una anotación, simplemente.
En cuanto a erratas, me he encontrado un dedazo (creo que era un «úntico») y creo que un cambio de nombre. El fragmento es «[...] fue a almorzar con los hombres que habían llegado de Har-Zala. Bar-Enkal les comunicó que estaba temporalmente con ellos, que había sido capaz de entrar y salir del mundo remoto, y que era de Benar-Zala.» Creo que este Bar-Enkal es Madián, pero no lo tengo muy seguro.
En resumen: la trama se mueve a buen ritmo y es agradable de leer. Nos vemos la semana que viene para las últimas opiniones.
En el empeño de dar realismo a la narración, y quizá también por un deseo subconsciente de desariar alguna de las pautas que se supone debe seguir un novelista, no quise dar el protagonismo a dos o tres personajes, que es lo habitual. Hay unos diez que son importantes, pero tampoco un salto muy marcado con los demás, que no están de relleno, sino para cumplir papeles importantes aunque muchas veces breves o puntuales. Esa es la causa del número de nombres. Al decidirlo así, fui consciente de que la empatía del lector se dispersa y que habría problemas en identificar personajes cuando se ausentan muchas páginas. Pero mira, me has indicado una manera de reducir este inconveniente, que a pesar de ser bastante obvia, no se me había ocurrido.
Sobre el segundo comentario, en realidad es Bar-Enkal como cabeza visible de los hombres del puesto, quien informa a sus compañeros de que Madián estará con ellos temporalmente, pero tienes razón, es uno de esos puntos donde el texto debería ser más explícito. Se trata de poner simplemente “Bar-Enkal les comunicó que Madián estaría…”
Gracias de nuevo, y saludos.
Un saludo a todos
Me llama la atención como a la hora de mantener relaciones sexuales es la mujer la que domina la situación, poniéndose siempre encima del hombre, en un rol que parece más que asumido por ambos, la mujer se coloca encima y lleva los ritmos. El hombre sigue pareciéndome sometido, aunque sea a través del placer, y queda en un segundo plano... los veo como muñecos dispuestos a pasar buenos ratos.
Existe un hándicap muy acusado: Los hombres o son muy malos (asesinos, secuestradores, maltratadores, asaltantes y demás) o son muy buenos. En cambio las mujeres son todas maravillosas, creo que no hay ningún personaje de villana, mujer pérfida o algo parecido. Se difuminan los intermedios, o no existen.
En cuanto a la cantidad de nombres que afloran, es verdad que se hace difícil el seguimiento, y en algunas ocasiones he pensado en esas novelas donde en las primeras páginas hay una relación de todos los personajes que salen a lo largo de esta. Dado que son demasiados personajes y es fácil perderse facilita bastante la labor y ayuda a entrar mejor en la trama. Además los nombres compuestos aún son más complicados de seguir.
La lectura continúa siendo amena y entretenida, y la curiosidad de saber el desenlace va en aumento.
No hay mujeres con papeles o actitudes negativas. Es cierto, y para ello no tengo ningún argumento. También pienso que le quita credibilidad. Eso sí, soy más o menos consciente de por qué ha sucedido así. El mundo que se describe es una utopía, realizable en la medida en que podamos aceptar que una tierra gobernada por mujeres hubiese podido evolucionar de diferente manera, minimizando cosas como la posesión, el poder o la dominación violenta. En realidad toda actitud antisocial deriva de una de estas taras. Todas las mujeres tienen aquí un estatus que les favorece y el poder es compartido, por mucho que la reina tenga un papel especial, ser su portavoz. En realidad pensé varias veces en que alguna de ellas podría comportarse de manera diferente, pero no me lo impuse como obligación, porque tampoco quería caer en otra de las “reglas” de la narrativa y el cine americanos: toda subversión de nuestro modo de vida, que es el único sostenible, acaba cayendo. Introducir enemistades, luchas de poder, traiciones, crímenes etc. por parte de las mujeres podría dar a entender que al fin y al cabo su mundo acabaría funcionando como el que conocemos (el que sufrimos tras una larga historia de dominación masculina). Por lo tanto decidí dejar que el argumento avanzase por sí mismo, y resultó que en ningún momento “me pidió” la introducción de una mujer enfrentada con las demás. Lo único que hay son casos como Zafra y Madián, que deciden vivir de otra manera. Nótese que además nadie se lo impide, no hay castigo violento por ir en contra de las reglas, simplemente se les aparta de la comunidad para poder seguir viviendo los demás conforme a ellas.
En el segundo libro hay algún cambio ligero en cuanto a esto. Alguna reina que es un auténtico hueso duro de roer. En el tercero sí que hay enfrentamientos entre mujeres.
En cuanto a los hombres, sí que se descuida un poco su caracterización. En realidad más que buenos y malos, la mayoría están en el bando bueno o en el bando malo. Hay casos particulares (Madián, Arzal, Ba-Enkal, Antágenes, Firal) que sí tienen su propia personalidad o modo de vida. En el segundo libro creo que hay tantos personajes importantes masculinos como femeninos, y en general la situación está bastante dominada por los hombres, aunque acaba habiendo una recuperación del poder femenino en buena parte del territorio de los matriarcados.
Otro tema: en el final del capítulo 26 y el principio del 28 procuré reflejar en la propia redacción de las frases el estado de conciencia alterada de Madián, cuando resultó herido y cuando se despertaba con fiebre. No sé en qué medida conseguí transmitir esas sensaciones, pero agradecería mucho vuestra impresión.
Saludetes.
Gracias por las aclaraciones, Nae. Hay cosas que me llaman la atención sobre la novela, pero no quiere decir que no me guste como hayas planteado la historia, sino que me chocan dentro de la propia utopía.
Sobre el tema que planteas al final, me costó situarme en la escena en la que hieren a Madián, me pareció un poco liosa. En cambio, cuando delira por la fiebre, no me costó entrar, la narración del momento y la situación está muy lograda y es creíble.
Sdos.
Debe ser que siempre me gusta más los comentarios que lo que entiendo, a veces.:)