No te exijo nada,
solo momentos:
que dediques algunas horas
(días, tal vez)
a pensarme,
desearme,
y buscar las mejores fantasías
en nuestras sesiones de cama.
No reclamo tus amistades,
ni tus oscuras horas de ausencia.
Continúa estudiando
(o haciendo lo que hagas).
Me basta tu boca abierta
y tus muslos separados,
cuando las ganas afloren
y busque tu sombra embriagadora.
Sonará egoísta, quizás,
pero poco me importa:
mientras pueda tenerte
de espaldas,
besando tu cuello,
entregándote amor
y los orgasmos que tanto buscaste
en tantos viajes perdidos.
Y puedes difundirlo,
que mas dá:
contarlo a tus amigas
mostrar las fotos ocultas.
Ella no te conoce,
ni te conocerá nunca:
de tu mundo es ajena,
sus universos son otros.
Porque ella es demasiado sublime,
fuerte,
etérea:
ella es mi mundo,
mientras tu solo eres carne,
lo cual ignorarás siempre
y la vida seguirá latiendo:
tú como la emperatriz perfecta,
ella como la reina de todo,
incluyéndome.
Comentarios
Cruel, cruel realidad de cómo hay hombres que sólo ven a la mujer como carne, se sacian el placer y no toman en cuenta que ellos quizá también solo son carne para la mujer.
¡Gracias por compartir!
Damapa
Y si, cruel realidad, para ambos casos, pero cada uno sabrá si desea ser utilizado o no?. Cuídese.
Como dirían en la Guerra de las galaxias: "Que la fuerza te acompañe" :-D por ponerle algo de humor a la situación...
En cuanto al poema, que me pierdo en el contenido, tiene música al leerlo. Forma y fondo acompañan...
Sonrisas