Tema espinoso y de autocrítica.
¿SOMOS LOS ESCRITORES ENVIDIOSOS?
¿Corresponden las malas críticas de los literatos a sus compañeros, a la mezquina envidia, o por el contrario, son el fruto de la objetividad y en su ánimo está el ofrecer el mejor de los consejos?
¿Existe entre nosotros una sana rivalidad, o los celos del éxito ajeno nos envenenan hasta la médula?
O por el contrario:
¿Estamos tan creídos en nuestro pedestal que sólo deseamos la adulación; el halago, la coba, y no soportamos una mala crítica, por constructiva que sea?
¿Somos tan egocéntricos que achacamos las malas críticas a la envidia y no nos permite ser objetivos con nuestra propia obra ni admitir nuestros errores?
Por cierto..., según como se desarrolle el tema, YO NO HE SIDO EL PONENETE
Comentarios
Muy bien, agente 'Mander', eres un monstruo proponiendo debates.
Ante todo, las críticas siempre tienen algo de subjetividad, eso de entrada.
Yo admiro a muchos escritores; por supuesto, los comparo conmigo y con otros a los que admiro más, y no existe ninguna rivalidad en ello.
Es cierto que somos MUCHOS, y algunas veces aflora en mí un deseo mezquino de que el otro se busque la vida, pero en la mayor parte de las ocasiones procuro incentivar, alentar e incluso ofrecer consejos para cosechar aunque sean los pequeños éxitos que he logrado yo.
Soy consciente de que no suelo hablar bien de algunos escritores famosos que bajo mi punto de vista no son buenos (Dan Brown, por ejemplo), aunque no pésimos, es decir, sea por virtud o no de los correctores, tienen cierto buen hacer; lo que me ocurre es que son tan sumamente comerciales (y en algunos casos medio subnormales, como el sr. Brown) que me obligan a preguntarme ¿por qué ellos sí y yo no?, ¿por qué si yo considero que escribo mejor que ellos no me como una rosca?
Pero, en fin; tengo buenos amigos escritores, algunos incluso famosos (aunque no sea tan amigo de ellos) y siempre les deseo de corazón todo lo mejor, por lo que en este caso mi "envidia" se debe más a una queja sobre ciertos aspectos del panorama editorial.
¿quizás la frustración lleve a la envidia?
Por supuesto que las críticas son subjetivas, estoy totalmente de acuerdo, partan de quien partan, por muy profesional de la crítica que se trate.
Por cierto, lo de PONENETE. lo dejo ahí, para que lo adivinéis. jejeje.
Me da en la nariz que por escabroso, todos pasaran de puntillas por aqui sin dejar constancia....
Eso hay que diferenciarlo de otro fenómeno, más frecuente, que es esa punzada de rabia difusa que a veces de forma aislada se produce cuando otro consigue algo que uno venía tiempo deseando y luchando por ello. En mi tierra le llaman pelusa. Suele ser pasajera, de corta duración y por lo general al poco tiempo se ve uno mismo como un poco estúpido y mezquino. Pero es humano.
La envidia se produce generalmente en las personas depresivas y frustradas..(ojo que no se nada de psicologia...pero si hay alguno en el publico...porfi que confirme) que enves de colocar su energia en recuperar energias para encontrar los defectos de su falta de exito.., desean lo ajeno...
Evidentemente con envidia no se llega a ninguna parte, y para mi es una perdida de tiempo total.
Cuanto mas nos fijamos en nosotros mismo y en nuestra superación por la ley de la probabilidad tenemos mayor alternativa de triunfo, no solo en nuestra profesión, sino en todo.
un abrazo,
Supongo que eso de la "pelusa" es como el derecho al pataleo, algo pasajero.
Entonces, tal como indicas, no por el hecho de ser escritor se es envidioso, la envidia va con uno mismo, no con la vocación o la profesión, puedo estar de acuerdo, de hecho lo estoy. Me refería a si los escritores somos especialmente envidiosos, y si aceptamos las críticas de buen grado o por el contrario, explotamos de una forma visceral y descerebrada.
Mariaelena:
Lo tuyo me sueno un poco a misticismo, más que a psicología, pero puedo estar igualmente de acuerdo en cuanto a canalizar esas energías en algo positivo para intentar alcanzar un fin.
Me reitero. Yo creo que no. Habrá de todo. Cómo en todas las profesiones. El no aceptar las críticas lo asocio más a la soberbia, a la suficiencia o incluso la vanidad. Y lo de explotar de forma visceral y descerebrada tampoco lo veo fruto de la envidia. Sino de lo mismo que comentaba.
Para mi un síntoma de envidia o de celos es atacar sin justificación la obra de un colega, sin aportarle valor añadido, sólo destruyendo y no construyendo, y atacarle también en lo personal. Eso podría ser expresión de unos celos (conscientes o inconscientes). No me refiero a expresar una opinión de desagrado frente a la obra, que es legítimo. No tiene por qué gustarnos todo, ni todo lo que leemos es bueno. Pero no hay por qué hacerlo en tono de burla, con sarcasmos innecesarios, ojo, si no ha mediado una provocación previa.
Lo que sí que creo que podemos resultar los que queremos llegar a ser escritores o los que ya lo son, es algo vanidosos o soberbios. Qué es lo que se asocia a las actitudes que tu describes. Ninguno o casi ninguno considera que escribe mal, todos pensamos que merecemos ser publcados, y le echamos la culpa a las circunstancias, cuando en realidad, no sabemos si realmente somos buenos o no.
Fin de la tesis doctoral. Menudo pestiño acabo de soltar. Mis disculpas al personal.
Tambien es probable que muchos son envidiosos por naturaleza...es parte de su personalidad y les cuesta luchar contra este sentimiento, que al fin y al cabo se respira, siendo dificil invadirlo...; si me he topado con un envidioso por lo general he tratado de explicarle que no llegara a nada con su actitud y la necesidad de dominar injustos puntos de vista.
Yo le preguntaria a los psicologos, si la envidia es parte de la personalidad o es resultado de educación social..., ustedes que opinan??
un abrazote,
Pues no voy a reventar el tema del post soltando la parrafada sobre la envidia, por dos razones: una, que no soy ni de lejos un entendido del tema; dos, los constructos de personalidad, rasgos como ser extrovertido, iracundo, etc., no son conceptos que se puedan delimitar fácilmente sin invocar aquí toda una serie de teorías. Al final, de lo que se trata es de si heredamos el carácter o si se va gestando por influencia social. Lo cierto es que ambos extremos influyen, quedémonos con esa idea.
Un abrazo
Criticar es válido..., y la critica puede ayudar a mejorar el propio estilo del escritor.
En cuanto a alabarlo...bueno esto puede ser ganas de no herir o hipocresia...o no se...
No pienso que sea envidia en todos los casos...máximo se envidiara su exito.
Los escritos son admirados o no, criticables o no...
un abrazo,
En mi opinión toda crítica es subjetiva (cosa que ya se ha dicho) y debe valorarse como tal, aunque lógicamente las habrá más y menos subjetivas. Creo que somos más subjetivos cuando la crítica va referida a algo que nosotros también hacemos, es decir, cuando el otro es un rival. Si la opinión se da sobre algo que en nada compite con nosotros, es más propensa la adulación.
¿Somos objetivos cuando valoramos nuestros propios textos? Esta sería la imparcialidad más difícil de conseguir, y sin embargo muchos de nosotros (escritores de mayor o menor rango) la practicamos día a día con eso que comentais: si este escribe peor que yo, ¿por qué él triunfa y yo sólo obtengo puertas cerradas?
Cuando me invade el alter-ego literario, me consuelo diciendome que muchos de los grandes escritores (y otros artistas) pasaron a la historia años después de su muerte, que en vida malvivieron sin ser apreciados. Es una cómoda postura :rolleyes:.
Zedar
Yo lo soy. Por suerte, como también soy mal amigo no se me nota mucho. :eek:
P. D.: Yo no soy escritor, así que no sé si mi opinión cuente.
Armandito, me has hecho pensar con eso que dices que lo mio es mistico..., sera que soy muy práctica prefiero admirar, tomar lo positivo y aprender.
La envidia en general no lleva a ningun lado...no es más fácil o efectivo...averiguar como poder superarse.
un abrazote,
Hay de todo, como en botica
Hay envidia sana, de buen rollo.
Y hay envidia insana y dañina.
En el mundillo hay muy buena gente (Amando) y muy mala gente, como en todo. Lo que pasa es que los chungos son muy notorios.
Personalmente creo que, no solo en este rollo, sino en todos los ámbitos, recojes lo que siembras, aunque es cierto que al estar expuesto al público, también te expones a esos chungos y a otros que querrán adquirir notoriedad y vengar su mediocridad a tu costa.
Y no me hagais hablar más, je,je.
Lo importante es que la buena gente que conoces te aporta sensaciones que callan y tapan las bocas sucias. Mientras esto continúe será grato seguir escribiendo.
Un abrazo
Santi
Por primera vez estoy de acuerdo con vos.
Es evidente que cuando nos relacionamos en sociedad, hay una sensación de que alguno pueda ganarnos terreno, y para ello nos defendemos para calmar frustaciones, pero si aprendemos a valorar nuestras propias virtudes encontraremos una manera de madurar.
Creo que reconocer a veces la envidia es una forma de tomar conciencia convertirtiendose en elemento positivo-ayudandonos a reconocer, aceptar nuestras propias limitaciones.
Soy de las que piensa que debemos luchar contra los sentimientos negativos de nuestra personalidad.
A muchos la envidia les consume la vida-no es una pena, una perdida de tiempo?
un abrazo,
Ahh, tenés razón.
No creo que sea tan negativo la envidia, al final se puede usar como un motor para superarnos.
Estoy de acuerdo contigo (no, si al final nos vamos a llevar bien...)
Bueno la envidia es algo "malo", ya la tengas o la despiertes. Cada trabajo que se realiza es y debe ser considerado importante pero a la vez igualitario, para el buen funcionamiento de la sociedad comunal. Las estrellitas, los envidiosos, los divinos, los destacados,... son elementos reaccionarios que con su actitud minan la emancipación de la clase trabajadora. Es por eso que los "Amos del Pensamiento" fomentan esa competitividad mal sana, ya que por separado el proletariado golpea más flojo que si lo hace unido.
Hemos estado en ese lugar y creemos ya estar lejos de los celos y las envidias de otros escritores. Como las generalizaciones son una falsedad, el éxito y el reconocimiento son aleatorios. Escribimos porque nos gusta escribir.
Sin embargo solo los malos son envidiosos.