….El amigo, el amigo de verdad
No va detrás ni delante, sino a
Tu lado y te da la mano para
Ayudarte.
Querido amigo:
No creo que haya en el diccionario palabras más hermosas para dirigirse a una persona, aunque no se la conozca. Yo las empleo constantemente y estoy seguro que el que dice “querido amigo”, aunque te dirijas al Rey o al Santo Padre o a cualquier otro destinatario debe aceptarlo con alegría, con orgullo, ensanchando el pecho y exclamando “ME HA LLAMADO AMIGO” .
Sí, es una palabra muy hermosa ¡¡¡¡¡AMIGO¡¡¡¡¡, para mi no hay otra más grande; pues acompaña esa palabra con una sonrisa franca, con una mirada tierna y sobre todo con los brazos abiertos y si puede ser acompáñala con una lágrima de alegría. Lo habrás dicho todo y lo más grande que se puede decir ¡¡¡¡AMIGO¡¡¡¡.
En una ocasión un amigo me llamó diciéndome que estaba en un apuro y acudí presto en su ayuda, sin pensarlo dos veces y eso que yo en aquel momento no lo estaba pasando muy bien que digamos.
En un sobre le entregué lo que me pidió y sin mediar palabra se lo entregué; me abrazó fuertemente, comprendió el esfuerzo que hice para atenderle en aquel momento y se desvivía en elogios y palabras de agradecimiento. A mi no me parecía que era para tanto o quizás que quise restarle importancia, pero no sabía como frenarlo. Cogí una servilleta de papel, pues estábamos en la barra de un bar y sin pensarlo dos veces salió de mi pluma lo que sigue:
LLANTO POR UN AMIGO
Si ves llorar a tu amigo,
Si verdaderamente lo amas,
No le preguntes porque llora.
¡¡¡Ábrele tus brazos,
Une tu corazón al suyo
Y llora, junto, con él¡¡¡
Lo que es lo mismo COMPARTE SU PENA Y SU ALEGRÍA. Sobre la amistad tengo mucho escrito. Quizás lo más importante no lo escriba nunca, pero cosas tan sencillas llegan al corazón de las gentes y lo que me sorprende es que cuatro palabras tan sencillas puedan expresar un sentimiento tan hermoso.