Querido:
Estoy segura de que me vuelvo loca de nuevo. Creo que no puedo pasar por otra de esas espantosas temporadas. Esta vez no voy a recuperarme. Empiezo a oír voces y no puedo concentrarme. Así que estoy haciendo lo que me parece mejor. Me has dado la mayor felicidad posible. Has sido en todos los aspectos todo lo que se puede ser. No creo que dos personas puedan haber sido más felices hasta que esta terrible enfermedad apareció. No puedo luchar más. Sé que estoy destrozando tu vida, que sin mí podrías trabajar. Y sé que lo harás. Verás que ni siquiera puedo escribir esto adecuadamente. No puedo leer. Lo que quiero decir es que te debo toda la felicidad de mi vida. Has sido totalmente paciente conmigo e increíblemente bueno. Quiero decirte que… todo el mundo lo sabe. Si alguien pudiera haberme salvado, habrías sido tú. No me queda nada excepto la certeza de tu bondad. No puedo seguir destrozando tu vida por más tiempo.
No creo que dos personas pudieran haber sido más felices de lo que hemos sido nosotros.
Virginia Wolf padecía una enfermedad mental, que al parecer tuvo comienzo con la muerte de su madre Julis Stephen. Ella tan sólo tenía trece años.
En psiquiatría se estudió su caso, y por lo que me acuerdo (hace algunos años que leí un estudio sobre su familia y caso clínico propio) se hallaban, entre sus antepasados, varios casos de enfermedad mental ¿Trastorno bipolar? ¿Esquizofrenia? Imaginemos por un instante lo que debió sufrir esta mujer. Algunas veces he escuchado en boca de alguna persona que el hecho de escuchar voces no es para tanto etc… Imagínate en un estado mental donde los pensamientos discurren vertiginosamente, donde la percepción del lugar cambia, donde la paranoia embriaga tus acciones y la depresión es el pan nuestro de cada día. Imagínate escuchar una voz que domine tu existencia…
Virginia Wolf nació en Londres un 25 de enero de 1882. A pesar de vivir en una época machista V. W. es la mujer que se hizo escritora gracias a una fuerza y a un genio que se antepusieron a unas reglas tiránicas, que mantenían a las mujeres en un constante sacrificio en pos de los hombres. Su formación ( gracias a un estado social alto y a que su padre Sir Leslie Stephen era un destacado intelectual, además de crítico literario y editor del The Dictionary of Nacional Biography) pasó por el estudio del arte y la lectura convulsa en la extensa librería de su padre. En La torre inclinada y otros ensayos, “¿Cómo hay que leer un libro?” V.W. Editorial Lumen, se puede leer su honda percepción como lectora.
En 1905 (año de la muerte de su padre y primer intento de suicidio de V.W.) se traslada junto a sus hermanos a la casa que tenían en Gordon Square, en Bloomsbury donde toma contacto con una serie de artistas relevantes. Entre algunos de los que conoció se encontraban: Leonard Wolf (futuro marido y cofundador junto con ella de la Editorial Hogarth), Clive Bell, Saxon Sydney-Turner, Lytton Strachey, Roger Fry…
Auqellas asambleas estaban formadas, por pintores, críticos de arte, poetas etc., que más tarde pasó a llamarse El grupo de Bloosbury (recordemos el artículo de Byrona)
Mucho se podría decir de este grupo y de las amistades que a lo largo de su vida la femme révolté mantuvo, así cómo de sus años de profesora y crítica literaria llegándose a comparar con el mismísimo Samuel Jonson (les recomiendo la lectura de Vidas de los poetas ingleses por el susodicho autor. También si a alguien le interesa saber algo sobre él, les recomiendo James Boswell La vida del Doctor Samuel Jonson prólogo de Fernando Savater. Les aseguro que les encantará) Pero hay tanto que sobre la vida de V.W. que lo dejo para futuros artículos.
Tomada por algunos como una escritora lírica sus narraciones traspasaron la mera narración, destacando, o mejor dicho, aportando a sus protagonistas de un mundo interior y psicológico pionero en aquella época.
Durante su vida V.W. luchó, como lo había hecho su tía segunda Julia Margaret Cameron, a favor de los derechos de las mujeres. Entre los distintos premios que recibió está el Femina-Vie Heureuse.
El 28 de marzo de 1941 Virginia Wolf se suicidó sumergiéndose en el río Ouse.
Les recomiendo su obra Al Faro, en realidad toda su obra, pero esta en especial me encantó.
Un saludo
Comentarios
Si te dejas llevar por el carácter narrativo de la prosa, incluso te emociona la imparcialidad emotiva que ocupa Bell al tratar el tema de sus "episodios" y su dramático final.
Recuerdo haber disfrutado mucho con el "Modus Operandi" de Virginia en la redacción de "Orlando" y "Mrs Dalloway". Bell tiene acceso filial a documentos inéditos y correspondencia de primera importancia.
¿como trabajaba la mente de Virginia durante la confección de "las olas"?
Quentin Bell, busca la dolorosa respuesta.
Muy recomendable y argumentado trabajo.
Saludos
Hablando de Woolf, curiosamente hace tan solo unos meses adquirí una primera edición de "el cuarto de Jacob", me costó mucho encontrarla y al fin la tengo en la estantería junto al resto de sus obras. Es una excelentisima escritora.
No he avanzado lo suficiente como para engancharme aun, pero ya he podido percibir que su prosa es exquisita.
"Entre Actos" es una novela póstuma de Virginia y como tal posiblemente no está sujeta a esa revisión que acostumbraba de sus escritos.
Como novelista Lírica que es, Virginia Woolf, a veces, se luce cuando abandona la narratividad de los hechos y se concentra en los momentos de observación subjetiva, o en las epifanías de las situaciones, recuerdo que en "Entre Actos" los hechos son difíciles de describir, pero su prosa es fácil de leer (comparado con "Orlando"). Además el personaje de la señorita La Trobe sigue en mi recuerdo...
Aparece un simbolismo experimental muy de tradición inglesa, dramaturgia inglesa; Shakespeare esta presente (lee "The Winter´s Tale" y todo tendrá más sentido) y también un componente paródico.
En el recuerdo, "Entre actos", me engaña con una fundición de imágenes críticas sobre el teatro isabelino; Virginia es muy sutil y en esa época de su vida en que escribió "Entre Actos" (tan cerca de su suicidio) sigue creyendo en la escritura como escape de sus episodios.
Recomendable lectura de "Entre Actos" una novela fresca y de experimenytos poéticos.
Yo he leído Orlando , Al faro y La Sra. Dalloway.
Tengo que decir que los tres me costaron pero como los leí en un club de lectura me ayudo mucho poder comentarlos con otras personas al final ya que así le saqué mucho más a estas lecturas y pude apreciar mejor todo lo que encierran ya que sus obras son muy simbólicas.
Con paciencaia y poco a poco se puede saborear muy bien a esta escritora.No es para leer en el metro , más bien en casa con tranquilidad.
Me parece fascinante , una de las grandes.
Comencé a leer las olas y me fascinó el estilo de su prosa, es realmente sensible, así que fue una lectura totalmente grata y llena de fluidez. Más parecía un sueño.
Me parece que hay un detalle en toda su biografía, algunos hablan de que padecía una depresión bipolar o algo por el estilo ¿Estará en ella la razón de su genialidad? Lo digo porque en las olas se puede apreciar a un escritor cuya percepción es elevada.
Pero lo que realmente me molestó es la mezquindad con la que describe a Virginia Woolf, por ejemplo al decir literalmente " cuyos escritos la sitúan como una versión ampliada de George Eliot en nuestro siglo". Aceptar este juicio es empequeñecer a la mayor escritora del siglo XX. Creo que Leon Edel toma venganza por lo dicho en el ensayo "El punto de vista ruso" del libro La torre inclinada, en el que V.W. hace la siguiente referencia:¿Puede alguien creer que las novelas de Henry James fueron escritas por un hombre formado en la sociedad que describe......."
Sugiero que lean el ensayo. Entiendo que se haya sentido molesto alguien que dedicó su vida al estudio de un solo autor. Escribió una biografía en cinco tomos pero fueron alrededor de doce los libros que escribió sobre H. James.
Insisto en que su "pequeña biografía sobre Virginia Woolf" es realmente pequeña. En ningún momento le concede su real mérito literario.