Destello
un destello de luz vino hacia mí desde lo alto del cielo en una noche oscura
miraba estrellas, que eran miles y rodeaban toda la creación
me sorprendí al ver un ángel descendiendo
cerré los ojos y cuando los abrí
ahí estabas tu
entre blancas sabanas cálidas
en una cama de casi tres plazas, gigante
con todo el cielo por delante
con un mágico techo de cristal que se podía oscurecer
amanecía y el destello de luz rosaba las hojas de las plantas dentro de la habitación
y la eternidad reposaba con gratitud sobre toda existencia
sobre el misterio de lo eterno y del instante captado en un parpadeo
y sobre la contemplación del saber del bienestar del orden de todas las cosas que se esconde en lo profundo del conocimiento
en la literatura, en la fantasía, en la poesía, y en la cotidiana vida que nos alberga entre sus brazos
abriste tus ojos y desapareció el instante, despertaste, sonreíste y existió la eternidad completa en tus labios carmín y en tus dientes blancos
y de nuevo se detuvo el tiempo para advertirnos que eras tan hermosa como nunca jamás lo serás, como nunca lo has sido, porque solo existe el ahora, y no otro tiempo pasado ni futuro
que tienes a cada momento absolutamente todo, el todo, y toda la existencia
y un beso tuyo me hizo olvidar mis pensamientos y hasta la realidad
luego te escribí y te describí
te ame y te soñé
te bese y te recorrí
con letras y con sueños
con expectativas, anhelos y planes del futuro
deje todo y te pensé
inquieto, reposando casi sin reposar sobre el sitio del tiempo
sabiendo, y no sabiendo
nada