¡Bienvenido/a!

Pareces nuevo por aquí. Si quieres participar, ¡pulsa uno de estos botones!

In memoriam

Miguel RuizMiguel Ruiz Juan Ruiz, el Arcipreste de Hita s.XIV
editado julio 2015 en Narrativa
Solo, irremediablemente solo. Con la mirada paralela al cielo. Solo con la ceniza que cae en mis pantalones. Poco más; pero quiero contemplar de nuevo tu voz inquieta, despertada porque no puedes estar dormida para siempre.
No te diré ahora que si he te amado con mi voz era porque tu nombre está formado por letras divinas en mañanas abiertas que se han cerrado de pronto como un estallido en mi alma. Nunca, nunca, nunca me he mordido tanto a mí mismo porque me siento inacabado contigo tan apagado....
Callo. Y vuelvo a callar. Ayer fue un día de lobos hambrientos. Grita hasta el grito repleto de lágrimas.
La muerte se presenta como una infancia inacabada porque apenas empezaba a tener voz.
No, no sé, qué digo. Y me pregunto a mí mismo y me respondo: el llanto ya no llora porque sus lágrimas son de plomo.
Todo, todo, está cansado, hasta el Todo.Los árboles se visten de sombras en una retención de ese acorde musical que compusiste con tu alma dedicado a mí.
Todo está cansado. Y las aturdidas voces de tu cansancio rompen el cenit, que hoy se ha puesto de luto.
Me aturde, me confunde, me destroza el brillo rompiente de la esperanza que compartimos.
Las hojas de los árboles se han paralizado. El mundo se ha descubierto tan minúsculo sin ti...
No hay vocación de morir, preciosa. Es un paso adelante. Un relámpago entre dos dos nadas. Una forma de que la nada, que seguramente es todo, se cuelgue sobre nuestros sueños. Nuestra vida es una ilusión candente, pero es eso es una luna colgada de un hilo que será un nuevo andar en alguna parte donde nos volveremos a ver.
Yo no entiendo nada. Sólo recuerdo cuánto te he amado. El resto es silencio porque el sueño súbito nos adelanta.
Mañana iré a despedirte.

(In memoriam, Pilar).

Comentarios

  • Miguel RuizMiguel Ruiz Juan Ruiz, el Arcipreste de Hita s.XIV
    editado julio 2015
    Lo peor que puede hacer un escritor es no saber dónde se dirige por escribir apresuradamente.
    Ya no puedes oírme, Pilarín, pero acabo de escribir un recordatorio pensando en ti que no me acaba de sonar. Es, sencillamente, horrible por la cantidad de cosas que quería decir y que he dejado en el tintero.
    A lo mejor vale esto: "Te querré siempre más allá de la muerte".
Accede o Regístrate para comentar.


Para entrar en contacto con nosotros escríbenos a informa (arroba) forodeliteratura.com