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el rata

pessoapessoa Gonzalo de Berceo s.XIII
editado abril 2015 en Narrativa
Consiguió pronto el apodo del "Rata" en la asociación. Pedía un euro, pedía un cigarrillo, pedía pequeños favores a cambio de la extorsión victimista de que no fueras para él una persona errónea. Su paso por multitud de consultas psicológicas y de un amigo psicólogo, le habían dado un léxico y una forma de comunicarse con los demás muy técnica, muy propiciatoria para conseguir sus metas. Al que no lo conocía no sabía de sus artimañas de manipulador fino y exigente pero fue su paso por un restaurante donde jugó con los compañeros de trabajo al difícil juego de la cocaína cuando ya empezó a sacar de quicio a sus padres, a sus amigos hasta quedarse más solo que la una. Reconstruía sus amistades porque quedaba mal con todos los amigos anteriores quizás por diez euros, quizás por orgullo o quizás porque ya se daban cuenta aquellos que le trataban de que era un perfecto hijo de la gran puta cuando estaba en horas bajas y necesitaba un gramo o simplemente cinco euros para no quedarse muerto de soledad en medio de la calle una noche en que la acosaba el deseo de priva.
Tenía gustos caros y solo cobraba una pensión por incapacidad.Le gustaban cosas como ajedreces electrónicos, cacharritos que se sacaba de internet con el que pasar unos ratos mientras pensaba en su habitación cómo engatusar a su próxima víctima. El móvil era su aliado perfecto. Llamaditas insidiosas, muy graciosas,con un chistecito enternecedor y voilá, ya tenía quién le invitaba a una birra esa tarde. Una vez bebida, el pagador dejaba de interesarle porque las moralinas no iban con él y pronto se despedía. El que le había pagado la birra se quedaba con cara de tonto e iba espabilando para la próxima. El Rata no aprendía nunca: gastaba amigos como el fuego quema la pólvora, hablaba mal de unos y de otros: unos porque se creían muy listos porque le habían dicho que se buscara un trabajo y otros eran tontos porque trabajaban y ganaban menos que él sin trabajar. Vivía como un marqués. Comía cuando le daba la gana porque tenía atemorizada a su madre de cuando sus juegos con la coca. Los problemas familiares iban en aumento algunas veces. En casa era inaguantable algunas veces. Su pensión se la fundía en tres días porque era comprador compulsivo y adicto a ciertas drogas todavía. Luego pedía y pedía. Hartaba ya a todo el mundo. Un día, un amigo que se cansó de él, le pegó unas cuantas ostias y estando en el suelo, le pateó. Le dejó tirado en medio de un callejón. El Rata juró vengarse. En la Modelo ve pasar los pájaros por la ventana de su celda.

Comentarios

  • amparo bonillaamparo bonilla Bibliotecari@
    editado abril 2015
    Y como una rata me imagino con ganas de comerse a los pájaros:cool:
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