EL BOLSILLO DE MI CHAQUETA.
No, gracias, acá yo me estoy tomando una copa tranquilamente.
No es mi intención ser grosero, pero no preciso de su presencia ni de la presumible posterior compañía que usted me ofrecería. Así que, por favor, le agradecería que lentamente soltara sobre la mesa el vaso que andás agarrando y después me dejara su número de teléfono en el bolsillo de mi chaqueta.
Gracias por su amabilidad y disculpe mi inmodestia.
Comentarios
Me ha gustado.
Una forma breve y sutil de presentarnos un prejuicio que aún tienen algunos hombres.
No sé si me fui por las ramas, pero así lo interpreto yo.
Saludos.