Era una lombriz que soñaba que era un malvavisco, quien a su vez soñaba que era una lombriz, quien a su vez soñaba que era un malvavisco.
Cuando finalmente despertó de aquel extraño sueño, se dio cuenta de que en realidad no era otra cosa que un asqueroso malvavisco completamente agusanado.
Prefirió volver a dormirse.