¡Bienvenido/a!

Pareces nuevo por aquí. Si quieres participar, ¡pulsa uno de estos botones!

Ser niña o mujer...Capítulo 5

PatryZaira89PatryZaira89 Pedro Abad s.XII
editado noviembre 2013 en Infantil y Juvenil
Abrí los ojos. Un señor, (bastante atractivo por cierto), me tocó suavemente en el hombro y me indicó que habíamos llegado.
Cuando vi a mi amiga esperándome casi no la reconocí.
Su pelo rubio le había crecido bastante y lo llevaba suelto, cosa inusual en ella, que acostumbraba a recogérselo en una coleta alta. Sus ojos lucían más verdes de lo que los recordaba, y su cuerpo seguía siendo delgado pero se había desarrollado considerablemente. Estaba echa toda una mujercita.
Cuando me vio bajar del autobús, corrió con esa alegría que la caracterizaba y me abrazó con fuerza.
- ¡Flaquita! Creí que no llegabas. No has cambiado nada, ¿eh?
Sigues teniendo el mismo culo pequeño que tanto me gusta...
Me puse de morros y me crucé de brazos fingiendo estar ofendida, pero no pude evitar reírme. Me alegraba tanto de verla...
- Vale, vale. Yo también te echo de menos, ¿eh? Así es como
recibes a tu mejor amiga.
Me acarició el cabello con ternura.
- Una de mis mejores amigas. Te olvidas de Ángela. Y, vamos, no seas exagerada. Sabes que os he extrañado mucho.
Nos volvimos a abrazar, demostrándonos así el mutuo cariño que nos teníamos. Me agarró del brazo y me empujó a seguirla.
- Vamos flaca. No te quedes ahí parada. Tenemos muchas cosas que hacer todavía.
- Espera. Te olvidas de mi maleta.
Nos reímos a gusto, felices con la idea de pasar unos días juntas. Cogí mi maleta y nos dirigimos al coche,donde nos esperaba el padrastro de Yulia, el cual llevaba ya varios años con la madre de ésta. Después de guardar mi equipaje en el maletero, nos sentamos juntas en los asientos traseros.
- Hola, Paola. Menos mal que por fin estás aquí. No te imaginas cómo nos ha cansado Yulia hablándonos de ti. Ahora por fin nos dejará tranquilos...
Sonreí. Me caía bien ese señor.
- Gracias, Juan. Yo también tenía muchas ganas de verla.
- Ay, estoy tan feliz...-suspiró Yuly, pasando el brazo por mi hombro.- Todo este tiempo me he sentido como vacía; pero ahora mi corazón vuelve a estar completo. Aunque falta una parte de él...
Bajó la mirada y noté en ella un poco de nostalgia.
- Anima esa cara, rusita. Sabes que a Ángela no le gustaría verte así. Ella hubiera venido sin pensarlo, pero ya sabes que no puede...
Le acaricié el cabello con cariño y ella volvió a sonreir.
- Lo sé. Ya tiene bastante con el bebé que espera... Dios, ¡cómo han cambiado las cosas en un año!
- Sí - le di la razón.- La verdad es que ni yo misma llego a creerme del todo que nuestra loquita va a ser madre. Dentro de poco tendremos que llamarla «señora»...
Reímos con ganas y a Yulia se le iluminaron los ojos. Esos ojos que muchos admiraban e incluso deseaban; y otras, en cambio, envidiaban.
- Ay, flaquita... El tiempo pasa, la vida cambia... pero nosotras seguiremos unidas a pesar de la distancia siempre. ¿Verdad?
- Sí - le respondí convencida, creyendo que de verdad sería así.- Siempre es siempre.

Comentarios

Accede o Regístrate para comentar.


Para entrar en contacto con nosotros escríbenos a informa (arroba) forodeliteratura.com