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La Torre

JestersanJestersan Anónimo s.XI
editado julio 2013 en Fantástica
Fue de lo primero que escribí, no es muy bueno, pero aun asi me gustaria compartirlo.



La torre


“Una torre erigida por nadie, en mitad de la nada, en el centro de un enorme desierto donde mora una oscura deidad de aspecto angelical. Aquel que logre encontrar la torre un deseo le será concedido, pero recordad que ella también tendrá derecho a pedir un deseo” Muchas veces había escuchado esta entre otras historias que circulaban alrededor de esta torre.

Hacía varios años que la localización de la torre no era un misterio, pero pocos se aventuraban a acercarse siquiera a aquel remoto lugar, unos por miedo al desierto y otros por miedo a la criatura que la habitaba, todos aquellos que se atrevieron a ir nunca volvieron.
Estaba quemado totalmente por el sol, ya había agotado casi toda sus provisiones, solo quedaba un poco de agua en uno de los muchos odres que había traído consigo al salir de la ciudad, el aventurero se arrepentía profundamente de su decisión “¿Para que quiero un deseo si no voy a sobrevivir al desierto?” Pensó mientras le daba apuraba el poco agua que le quedaba.

El viento comenzaba a arreciar, era muy posible que se acercara una tormenta de arena, durante unos segundo el muchacho pensó que no lo conseguiría, hasta que a lo lejos comenzó a surgir una pequeña espiga, dejando atrás la pesada mochila que cargaba corrió con todas sus fuerzas hacia aquel lugar sin importarle si era un espejismo o no.

Por suerte para él no era un espejismo, era la Torre, la misma torre que describían las leyendas, amarilla como las arenas y alta como el cielo, por su altura era imposible que no la vieran desde todos los lugares del desierto, pero solo aparecía a la vista cuando estabas lo suficientemente cerca.

El joven empujó lentamente la puerta, que pese a haber estado siglos sin abrirse, no chirrió ni se atascó, lentamente, con paso tembloroso accedió al interior tan inquietante lugar cerrando la puerta tras de sí, observó detenidamente el lugar, era una enorme sala circular vacía, con una monumental escalera de caracol sin barandilla, que subía hacia el alto techo, apenas se podía distinguir donde acababa la escalera y comenzaba el techo.

El muchacho comenzó a subir por la escalera, cada paso que daba resonaba por toda la torre como si pasos de un gigante se tratara, tras varios minutos subiendo, escalones notó que siempre que miraba hacia abajo la visión siempre era la misma, era como si no estuviera subiendo, pero era algo imposible, no había parado ni un minuto de subir.

El joven decidió continuar si volver a mirar hacia abajo, una pequeña muesca en uno de los ladrillos llamó su atención, un numero uno estaba inscrito en el ladrillo, el viajero pensó que posiblemente era la marca de uno de los otros que una vez subieron, tras seguir subiendo la misma marca volvió a aparecer, cada vez con más frecuencia y en más ladrillos al mismo tiempo.

Tras casi una hora subiendo escalones, y viendo la misma marca con del uno por todas partes, llegó a una robusta puerta de madera llena de extrañas inscripciones indescifrables.

El viajero extendió la mano para abrir la puerta, pero esta se abrió lentamente antes de que pudiera ponerle la mano encima, una extraña figura le esperaba en el interior indicándole que entrara con el dedo.

Era una mujer de piel blanca, bajita que le observaba con una misteriosa sonrisa.

-Eres la…

La joven le indico que guardara silencio colocándole el dedo en la boca.

-No tenía compañía desde hace mucho tiempo, no lo estropeemos antes de tiempo-Resonó una voz angelical en su mente.

La mujer se pasó la mano por su blanco cabello y se acercó a la única ventana de la habitación.

-Acércate, las vistas son impresionantes desde aquí.

El muchacho se limitó a obedecer sin decir nada.

-¿No hay lugar más apartado que este verdad?-Resonó de nuevo-Dime viajero ¿Cuánto has tardado en llegar? ¿Cinco, seis, tal vez diez días?
El viajante siguió con su silencio.

-¿Eres mudo?-Preguntó la voz de su cabeza con un tono de sorpresa- Habla.

-Ocho días-Respondió tímidamente.

-¡Ocho días!-Gritó la joven ahora con su voz, la voz de una niña de unos doce años, hacia el desierto- Y dime entonces viajero ¿Has pensado como volver?

-No, hasta hace menos de dos horas, no sabía siquiera como llegar.

La mujer se apartó de la ventana y se acercó sensualmente hacia el joven.

-Eres de los que improvisan entonces, me gusta-La mujer sonrió al muchacho- Aunque si no me gustaras jamás habrías llegado aquí.

-¿Qué quiere…

La chica volvió a silenciar al viajero.

Te he visto acercarte desde la ventana y te he permitido entrar, como bien sabéis la torre siempre está en la misma ubicación, pero yo decido quien la ve y quien no-Explicó la joven sin aclarar demasiado la duda del viajero-Muchos como tu han venido, en busca de fortuna, fama o poder, Pero tú no vienes a nada de eso ¿Me equivoco?

El aventurero pasmado, negó con la cabeza.

-Sin embargo, no consigo averiguar el motivo de tu visita ¿Amor? ¿Conocimiento? –La mujer observó al viajero con curiosidad esperando su respuesta.

-Quería devolver a la vida a alguien.

La mujer se colocó tras el muchacho y comenzó a susurrarle al oído.

-¿Querías?-Pregunto la mujer desconcertada-¿Has cambiado de idea? Dime ¿Qué es lo que quieres ahora?

-Ahora solo quiero volver, como si esto no hubiera pasado nunca-Respondió lentamente-De nada me servirá revivir a alguien, si no puedo volver.

-Habrás hecho este viaje para nada entonces ¿Estás seguro?

El joven afirmó con la cabeza y la mujer volvió a ponerse frente a él.

-¿Sabes cuales son las condiciones del deseo?

El joven asintió con la cabeza.

-Un deseo para mí y otro para ti.

La chica volvió a sonreír maliciosamente.

-Bueno, casi, las condiciones están bien, pero el orden no, yo tengo que pedir mi deseo antes que tú-Explicó-¿Estás de acuerdo?

El muchacho dudo durante unos segundos.

-Sí, estoy de acuerdo.

La mujer afirmó con la cabeza y se puso en el centro exacto de la habitación

-Supongo que entonces no querrás esperar más.

-Sí, quiero volver cuanto antes.

Una luz blanca surgió de las manos de la joven y deslumbró al viajero, unas extrañas palabras empezaron a resonar por toda la habitación, como una canción .Tras varios segundos en escuchando el cantico, el chico se derrumbó en el suelo.
Al chico le dolía la cabeza, no recordaba que había pasado, solo que una luz blanca le cegó.

“¿Estoy en casa?”-Pensó mientras abría pesadamente los ojos.

-No, no lo estás-Dijo una voz infantil junto a él.

El joven abrió completamente los ojos y observo su alrededor, estaba tumbado sobre unos cojines en un rincón de la habitación en la que habitaba la deidad de la torre, la deidad le observaba sentada en la ventana, su deseo no se había cumplido.

-¡¿Qué hago aquí?!-Gritó furioso-Teníamos un trato.

La muchacha no respondió.

-Explícate-Ordenó poniéndose en pie.

La muchacha miro hacia el suelo.

-Mi deseó fue que te quedaras aquí-Explicó-Conocías el trato.

-¡¿Pero qué hay de mi parte?!-Volvió a exclamar-¿Y mi deseo? Sabía que no debía hacer tratos con un demonio.

-¡No soy un demonio!-Gritó ahora la muchacha-Tu verdadero deseo se ha cumplido, tu realmente no querías volver a casa.
-¿Pero para que me quieres aquí?-Dijo algo más tranquilo.

-Llevo casi mil años sola, en esta torre, no soy una diosa ni un demonio como pensáis vosotros, no aguanto esta soledad.

-¿Y por qué no has deseado salir de aquí?

-Este es mi cometido, y no me está permitido abandonarlo-Aclaró-No te preocupes, aquí no te faltara de nada.

-Pero…

La muchacha le interrumpió.

-Pero nada, realmente habrías muerto en el desierto, te he dado una segunda oportunidad, a ti y a la persona por la que viniste, aquí jamás te faltara de nada, la torre te da lo que quieras, comida, bebida, incluso más habitaciones que esta.

El chico no supo que responder.

-Ahora serás la segunda deidad de la torre, también tendrás mi poder, y si así lo deseas cuando llegue otro visitante, podrás irte.
-Solo una pregunta ¿Quién construyo esta torre, quien te mando aquí?

La chica sonrió al ver que se le había pasado el enfado.

-Ah, eso fue…

Comentarios

  • ZeildouxZeildoux Juan Boscán s.XVI
    editado julio 2013

    La verdad es que a mi me ha gustado. El único pero que le pondría es que deberías explicar un poco más quien es ese viajero, en que país-continente inventado ocurre,... para que los lectores podamos disfrutar aún más de la historia :D
  • amparo bonillaamparo bonilla Bibliotecari@
    editado julio 2013
    me imagino que tendrá continuación... o nos quedamos en la torre los dos solitos;):)
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