¡Bienvenido/a!

Pareces nuevo por aquí. Si quieres participar, ¡pulsa uno de estos botones!

Vuelve conmigo

LindaukaLindauka Pedro Abad s.XII
editado junio 2013 en Terror
Este relato es sin duda uno de aquellos que guardo con mas cariño. Corresponde a una saga llamada -Lecciones del mas allá- que se caracterizan por ser relatos cortos con temática de terror, donde los relatos se desarrollan en la misma ambientación y que se "guiñan" entre ellos, pues quizás lo que en uno ocurre, puede tener redundancia en cualquiera de los demás.
"Fascinación" también corresponde a dicha obra, aunque es el único que no guiña el ojo a ningún otro.

Vuelve conmigo


Tumbado en la cama de mi habitación intento conciliar un sueño profundo. Me siento dividido, una parte de mi desea dormir plácidamente sin soñar, pasar una noche tranquila en la que ninguno de mis sentimientos afloren.
Al cerrar los ojos, sueño contigo, cada instante es un regalo el cual mi mente no entiende, pues no llega a la comprensión debida. A veces al despertar siento que el sueño es real, pero esto solo dura unos segundos, después soy devuelto a la realidad.
Cierro los ojos y sueño contigo cada noche, a veces te busco entre la muchedumbre de una calle principal, donde todos caminan sin prestar atención alguna a donde ponen sus pies. Tropiezan conmigo y no puedo encontrarte mas se perfectamente que en algún lugar de esa calle me esperas dibujando una sonrisa preciosa.
Un hombre enchaquetado tropieza conmigo mientras habla por su teléfono móvil. Me mira un instante con expresión de despecho y reanuda la marcha sin escucharme hablar.
La agonía y la euforia ante la impotencia de no poder encontrarte, se apoderan de mi envolviéndome hasta el ultimo resquicio de mi ser. En ese momento una voz me habla:
-estoy contigo amor-
Sobresaltado me despierto con las sabanas pegadas a mi piel. El sudor resbala por mi cara al igual que las lagrimas. ¿he sentido pánico? No tuve esa suerte, era un sentimiento de verdadera tristeza. Hace mucho tiempo mi hermano me habló de la tristeza. El tenia mucha razón, al decir que lo mas difícil de conseguir, era un sentimiento de verdadera tristeza pues solo será este el que te hará sentir vivo. Vivo en sueños para morir al despertar y verme solo en una cama demasiado grande que ya hace tiempo que no nos alberga a ambos. Estoy solo.
Al transcurrir el día me suceden varias fases. Cuando estoy solo es cuando peor me siento...mas triste y a veces pienso en ti...a decir verdad, siempre pienso en ti. Hay momentos en los que imagino que me escuchas, como ahora que te escribo esta carta deseando que allí donde estés, esperándome con tu sonrisa perfecta puedas leerla, puedas sentirla o que sencillamente estés aquí sentada a mi lado, aunque yo no pueda verte...En cualquier caso daría cualquier cosa para que al menos por un solo momento vinieses aquí y me dieras un ultimo beso, un te quiero y para finalizar, me dijeras que aguardas al otro lado del mas allá deseando el fin de mis días tanto como yo para que volvamos a estar juntos.

A menudo pienso en el mito de Orfeo. El entonó una cancion capaz de conmover a los dioses para que le diesen una oportunidad, no obstante yo no soy capaz de hacer tal cosa. No hay cosa que no diese por poder estar contigo, por eso quiero que entiendas que ya que mi voz es tan simple y vana para los dioses, y mis lagrimas solo son escuchadas por mi almohada, debo hacer esto.
No estoy seguro de como ha llegado a mí, por eso mismo le he dado importancia. Quizás sea algún tipo de broma de alguien con el más negro sentido del humor que conozco, no obstante el libro es real y muy antiguo. Esta noche entonaré una canción parecida al canto de Orfeo y sin duda deseo con todas mis fuerzas que funcione. Espero que lo entiendas amor mio, no puedo estar sin ti.

Tras repasar y descifrar el extraño libro de nigromancia, he tenido que esperar casi dos meses para que las condiciones climatologicas sean las exactamente nombradas en el hechizo. Sin duda, la locura y la obsesión por volver a verte me están consumiendo, pero no importa lo que tenga que hacer si existe una posibilidad de poder verte, de poder saber si detrás de este velo que cubre mis ojos, si desprendiéndome de mi cuerpo, podré estar contigo.
El cementerio está desierto y yo dispongo las velas en un pentaculo que he gravado frente a tu tumba. En su centro deposito un cacillo donde introduzco una foto tuya y un coletero. Tras iniciar el ritual, una cerilla comienza a transformar tu retrato en meras cenizas. Continuo el canto sin detenerme, y durante más de media hora, un inaudible balbuceo suplica tu audiencia y entonces una densa y antinatural niebla comienza a envolverme. Soy consciente. Ha funcionado.
-Amor mio- me dices con una triste mirada justo antes de comenzar a reír
completamente desnuda te difuminas en la niebla, aun así tus ojos azules como el mar resaltan entre lo blanco del paisaje.
-¿Estas aquí?- Digo sin poder cerciorarme de la realidad.
-¿Como lo has hecho?- Comienzas a casi reir al tiempo que intentas tocarte.
-No lo se- Respondo aun sin dar crédito de lo que veo.

Un fuerte viento a comenzado a soplar y una de las velas se apagan. Tu comienzas a desaparecer y yo ardo en histeria. No importa que vuelva a encender la vela, ya no importa cuantas veces murmulle el cántico nigromantico, tu no vuelves conmigo.

Al volver a casa por la mañana, me siento muy cansado pero sin duda mi alma está alegre. Todo cuanto he pedido se ha cumplido gracias a un libro que apareció en mi escritorio de la noche a la mañana. No importa quien lo haya puesto allí, no importa que clase de persona o ser del mas allá sea. Le doy las gracias, ahora se que mi esposa me está esperando y que sin duda tengo que ir con ella.
Un revolver del calibre 38. Es extraído del cajón de mi armario. Encañonándome la cabeza y cerrando fuertemente los ojos afirmo en voz alta:
-Allí voy amor mio- Y la mancha de sangre oscura se esparce por las cortinas y el cristal de mi ventana. Mi cabeza se deja caer con un golpe húmedo pero estrepitoso sobre el libro negro que había dejado justo donde lo encontré. En pocos minutos mi sangre le ha cubierto completamente y sus empapadas paginas no volverían a ser leídas por ningún mortal.

Temo decirte una cosa, cielo mio. Por mas que te busco aquí abajo, no doy contigo. Al acabar con mi vida me he convertido en asesino, al convocarte, violé las leyes naturales. No se como pude esperar poder encontrarme contigo por estos medios. Sin embargo, no te preocupes esposa mía, una vez más he encontrado una posibilidad de poder verte. Ahora que cielo e infierno nos separan, solo hay una forma.
Se que no te gustará la idea, pero hay una vacante entre los demonios. Dicen que un tal Asmodeo a muerto y que yo puedo ocupar su lugar. Tan solo haciendo que otros acaben aquí abajo como yo, esa lechuza podrá llevarme junto a ti. Tan solo cuando todos los mortales hayan concebido las normas del infierno, tan solo cuando cielo e infierno sean uno y el plano material deje de existir, podremos estar juntos por siempre. Espero que lo entiendas, espero que sepas que lo hago por nosotros...



No te adelantes a los hechos que ni tan siquiera debes controlar. El resultado no es siempre el que se espera, más no tuerzas el destino en tus obsesiones, siempre hay que saber cuando dejarlo.

-Cada cosa a su momento, cada cual con lo que le toca-

Comentarios

  • CheloChelo Gonzalo de Berceo s.XIII
    editado abril 2013
    Me ha gustado mucho, se lee muy bien.

    Chelo
  • amparo bonillaamparo bonilla Bibliotecari@
    editado abril 2013
    Al menos con los sesos regados puede seguir escribiendo:eek:
  • Sandra PantocratorSandra Pantocrator Gonzalo de Berceo s.XIII
    editado junio 2013
    Ah... la idea en sí me encanta, y lo has expresado de forma bastante acertada, considero. Me hubiese gustado un poco más de descripción, pero dirigiéndose a la esposa tampoco tendría por qué tener mucho sentido. ^^ Pobre hombre...de todas formas, la nigromancia no suele llevar a buenos paraderos xD
Accede o Regístrate para comentar.


Para entrar en contacto con nosotros escríbenos a informa (arroba) forodeliteratura.com