La tolerancia me tiene harta; réquete harta, me tiene.
Todo es en función de la tolerancia.
Ser más tolerante, tolerar más, tolerar mejor, tolerar mucho.
¡A la mierda con tanta tolerancia!
Resulta que ahora hay que dejarse meter el dedo en el culo porque:
A) Todos tenemos culo.
Todos tenemos dedos.
Ergo, es lógico que dedos ajenos hurguen en nuestro culo (seamos tolerantes, caramba)
Me cago en la onda tolerante
new age; en soportar a cualquier infeliz o a cualquier matasiete porque, lógico, a ver si nos tildan de intolerantes.
No, esto ya no es tolerancia; esto es simple y sencilla cobardía. Es miedo, canguelo, susto, temor.
Entonces lo disfrazamos de amplitud de miras: ¿Siento un dedazo revolviéndome el ojete? Bueno, se habrán equivocado, ya me lo sacarán, debe ser un error, es el proctólogo, por ahí hasta me hace bien o me gusta o quiero más.
Y si te quejas ¡Zas! Ya te salió el intolerante.
¿Qué tiene de malo que te escupan? Si, quizá, las escupidas hasta vitaminas tienen.
¿Un mindundi de tres al cuarto saca pecho? Shhhh. Aguanta, aguanta, no seas intolerante que, seguro, la mamá le pegaba de pequeñito y todavía no lo elaboró.
No, señor, así no va.
Cuando no tolero, salen los inevitables tolerantes a recriminarme... porque no toleran mi intolerancia.
Yo no quiero que me acepten. Quiero que se dejen de joder rasgándose las vestiduras con el tema de la tolerancia y la buena vecindad. Quiero liarme a guantazos sin vueltas.
Con el discurso de la tolerancia y el buen gusto cualquier cacatúa te lleva por delante.
A esos, "leña al mono, que es de goma".
Y no me vengan con lecciones de tolerancia porque tengo el dedo listo.
© Cloe, enero de 2005
Comentarios
Como texto me parece muy bueno. Directo, ágil, contundente. He llegado al final sin proponérmelo ¿de 2005? Veo que llevas tiempo en esto. Si tienes algo más, me encantará leerlo.
Lo normal es que el culo sea el propio, individual o colectivo, y el dedazo de uno que lo esgrime porque no ha sabido imponerse por la razón, ni ganado el respeto.
En narrativa hallarás un par de joyas literarias salidas de mi cacumen. jijijij
"Los duendes del desván" y "El sabor de su propia sangre"
En la sección erótica: "El tren", que no es autobiográfica, ojo. :rolleyes:
Me doy asco de tanta tolerancia.