Salvajita
Cómo quisiera manosearte, amor,
"recorrerte", diría mi abuela,
con las manos y los ojos,
sin tapujos o pudor.
Y chuparte los huesitos
sin ninguna elegancia,
que los modales de nada sirven
para lo que planeo hacer:
quitarte las gracias que te adornan
y con la boca devolvértelas a placer,
y borrarte el respeto de la espalda
hasta que me harte de querer.
Deseo comerte los sueños, amor,
sin pararme a masticar,
y humedecerte las mejillas
con estos labios que ves,
pintados y traviesos,
libres sobre tu blanca piel,
perfecto y delicioso prado de ternuras...
¡qué ganas de echarte a perder!
Te voy a contar unos cinco versos
de esos que se dicen en voz baja
de esos impropios y groseros…
No te vayas a espantar,
que amanecí salvajita, vida mía,
con una bestia de corazón,
que quiere devorarte enterito,
sin ninguna dilación.
Comentarios
Me gusta tu analogía, sencilla y romántica. Los expertos y los poetas quizás digan lo contrario.
Esta escrito con el corazón.
Comparte con nosotros más de lo tuyo.
La biblia dice: “la verdad te hará libre” yo creo que: “escribir te hará libre”.
Pese a la crítica y a la indiferencia, es mejor escribir que no hacerlo.
Un abrazo
Gracias, no está en realidad bien pensado, pero algo es algo