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Quiero más de Sherlock Holmes 2

RabolonRabolon Pedro Abad s.XII
editado diciembre 2012 en Negra
Por falta de espacio se continúa en este post el relato del post anterior.

[FONT=&quot]( continúa del post anterior) [/FONT]
[FONT=&quot]ROBO EN EL CONSULADO ALEMÁN[/FONT]

[FONT=&quot]Daniel Rabinovich, Octubre de 1992[/FONT]

[FONT=&quot]
Yo era dolorosamente consciente, de que si en esta instancia no detectaba ningún sospechoso, la probabilidad de recuperar el collar o individualizar al autor del robo sería prácticamente nula.[/FONT]

[FONT=&quot]Uno después de otro, en tensa calma, les hice acumular delante en el piso todos los objetos personales. Desde ya que no esperaba que alguno depositara el fabuloso collar en el piso. Sin embargo me dio ocasión para estudiar con cierto[/FONT]
[FONT=&quot]detenimiento, los rasgos caracterológicos de cada individuo.[/FONT]

[FONT=&quot]A la primera ronda ya tenía la convicción de haber individualizado el autor. No obstante incluí a otros nueve en una segunda ronda para explotar su forzada cooperación y de paso ocasionarle un profundo desgaste. Entre otras cosas le pregunté a cada uno sobre las bebidas y alimentos que habían ingerido y si alguno había salido del salón en la última media hora. Luego muy a pesar mío les olí las manos y el aliento. Insistí con una tercera ronda de tres para darme nuevas posibilidades de repreguntarle, estando principal sospechoso aún en una actitud positiva, esperando yo alguna posible contradicción en sus declaraciones.[/FONT]

[FONT=&quot]Luego esposé al sospechoso, que alojé en una pieza de servicio. Sus protestas eran airadas y altisonantes, pero poco convincentes.[/FONT]

[FONT=&quot]Pedí al secretario del cónsul que me consiguiera un plomero. Hice algunas diligencias necesarias, y cuando llegó este último mantuve con él una animada charla. Por fortuna resultó un confiable profesional de múltiples y variados recursos.[/FONT]

[FONT=&quot]Tras algunas horas de interrogatorio, y con la ayuda de otros invitados cuyas valiosas declaraciones me permitieron reconstruir los hechos, el sospechoso terminó admitiendo su culpa.[/FONT]

[FONT=&quot]Así como fue que identifiqué al culpable.[/FONT]

[FONT=&quot]Una vez informado del robo, como tarea principal, me aboqué a tratar de esculpir, colorear y darle vida en mi mente a un ladrón de joyas. Debía estar totalmente definido antes que interrogara a los posibles sospechosos para poderlos cotejar con mi modelo.[/FONT]

[FONT=&quot]Me lo imaginé un artista en lo suyo.[/FONT]

[FONT=&quot]Amante cruel del oro labrado, y la plata ennegrecida por los años. Adorador apasionado del rubí, la turquesa, y el topacio. Sumiso siervo de la perla y el diamante.[/FONT]

[FONT=&quot]Portando en un dedo un ancho anillo de oro engarzando una esmeralda, o quizás una traba de corbata de noble platino regada de brillantes diamantinos. Siempre caminante arriesgado de la estrecha cornisa del recato masculino.[/FONT]

[FONT=&quot]De manos blancas y ligeras, inquietas, nerviosas. Como un tic traído de la guerra, exactamente cada un minuto roza acariciante sus yemas entre ellas.[/FONT]

[FONT=&quot]Uñas púlcramente limadas, un poco más crecidas que en lo común de la gente terminan sus largos y finos dedos, herramientas irreemplazables para desprender en forma rápida y limpia, hebillas, broches, pasadores y ganchillos.[/FONT]

[FONT=&quot]Si es joven, delgado y flexible como un junco. Algo grueso pero de porte majestuosa si no tanto. Impecablemente vestido a la ultísima moda.[/FONT]

[FONT=&quot]Pelo azabache ensortijado. Facciones regulares. Ojos oscuros y vivaces. Ofertando siempre una seductora sonrisa a flor de labios.[/FONT]

[FONT=&quot]Enseguida lo reconocí, no era el modelo exacto, pero en mucho coincidía.[/FONT]

[FONT=&quot]Habrá tenido treinta años. De porte distinguido y maneras ligeramente afectadas. Su rostro pálido contrastaba con su pelo renegrido. Su mirada era vivaz y arrogante.[/FONT]

[FONT=&quot]No resultaba desapercibido un gran anillo de sello que llevaba en su mano izquierda. Más me llamó la atención, que lo luciera en su dedo mayor, ya que lo más habitual es hacer anillos para el dedo anular, y con el paso de los años, si no[/FONT]
[FONT=&quot]entrare cambiarlo al meñique. ¿Robado tal vez?[/FONT]

[FONT=&quot]Portaba un finísimo reloj de oro, u enchapado en él, con la característica de llevarlo flojo, más como pulsera que otra cosa.[/FONT]

[FONT=&quot]Una vez que me dije, éste es el hombre, únicamente guiándome por su apariencia, agudicé todos mis sentidos buscando indicios que corroboraran mi hipótesis. Por suerte varios hechos confirmaron mi presunción.[/FONT]

[FONT=&quot]En la primera ronda, cuando se lo requerí, puso sobre el suelo una cigarrera de plata con aplicaciones de oro y turquesas. Sin embargo sus dedos no presentaban ninguna mancha de tabaco, como es normal en los fumadores, aún en los que fuman poco.[/FONT]

[FONT=&quot]En la segunda ronda, al querer olfatear su aliento, sin proponérmelo, ayudado por la buena fortuna noté en sus manos un fresco y agradable olor a jabón de tocador.[/FONT]

[FONT=&quot]En la tercera ronda, compuesta de solo de tres sospechosos, sabiendo yo a ciencia cierta que mentía, declaró sin ningún prurito que no había abandonado el salón principal desde que ingresó.[/FONT]

[FONT=&quot]Ya en el interrogatorio individual, al serme traído el jabón del baño, se corroboró que por lo menos había concurrido al baño a lavarse las manos, cosa que aceptó ante la evidencia después de algunas contradicciones.[/FONT]

[FONT=&quot]Cuando lo interrogué respecto a por medio de que vinculaciones había llegado a concurrir a la reunión, tras eternas vacilaciones atribuyó la invitación al cónsul paraguayo, el cual estaba ausente.[/FONT]

[FONT=&quot]Cabe notar que de todos los invitados presentes, nadie pudo darme referencias firmes sobre él. Algunos le conocían de vista por haberlo visto en otras reuniones similares.[/FONT]

[FONT=&quot]Su situación se tornó todavía más comprometida, cuando ante mi requerimiento, debió explicar la no coincidencia de sus iniciales con las que tenía grabado el anillo de sello.[/FONT]

[FONT=&quot]Iba perdiendo su sangre fría momento a momento. A esa altura la fiesta ya había recomenzado y recuperado su primitivo esplendor.[/FONT]

[FONT=&quot]Gracias a la casi espontanea colaboración de algunas invitadas, más que invitados, que para su desgracia no le habían perdido pisada en toda la noche, se fue hundiendo en un mar de ficciones y mentiras, del que solo pudo emerger confesando su delito.[/FONT]

[FONT=&quot]Ni aún después de reconocer la autoría del hecho cejó en sus tretas y falsedades. Albergando en su pecho la secreta esperanza de no devolver el mal habido botín[/FONT]

[FONT=&quot]Porfiaba tozudamente en haberlo ocultado en un gran jarrón de mármol lleno de flores que adornaba el salón. Por supuesto en él no se encontró absolutamente nada que no sea agua y restos vegetales de los tallos de las flores.[/FONT]

[FONT=&quot]Su ya poca resistencia se derrumbó con estrépito, cuando ante una seña mía, el plomero con gran efecto dramático, depositó sobre la mesa la reaparecida joya.[/FONT]

[FONT=&quot]Por todos fui requerido que explicara cómo había sido hallado el collar.[/FONT]

[FONT=&quot]Debido al olor a jabón, presumí que el ladrón había concurrido al baño para esconder la presa, con la intención de recuperarla en otro día, una vez olvidado el hecho.[/FONT]

[FONT=&quot]Ante ésta convicción, solicité al secretario que enviara por un plomero inmediatamente.[/FONT]

[FONT=&quot]Después de inspeccionar el baño, determine tres probables lugares para ocultar la alhaja: [/FONT]
[FONT=&quot]− [/FONT][FONT=&quot]Bajo la rejilla del resumidero de agua.[/FONT]
[FONT=&quot]− [/FONT][FONT=&quot]El inodoro.[/FONT]
[FONT=&quot]− [/FONT][FONT=&quot]El depósito de agua del inodoro.[/FONT]

[FONT=&quot]El primer lugar lo descarté por su sencillo acceso. Además la probabilidad de que por basuras o pelos se atranque no es ciertamente despreciable.[/FONT]

[FONT=&quot]Arrojar el collar por el inodoro, brinda un lugar muy seguro, aunque de difícil acceso. Una vez acarreado el collar por el violento torbellino de agua, es totalmente incierto su paradero final. Bien puede quedar en el fondo de alguna cámara de inspección, trabarse o engancharse en algún conducto, o la opción más probable, finiquitar su periplo en la inmunda cámara séptica. La recuperación de la joya sin despertar sospechas requiere un riesgo y un esfuerzo organizativo casi superior al robo mismo. Por lo tanto también descarté esta contingencia.[/FONT]

[FONT=&quot]El tercer lugar era el ideal. Original y muy simple para la recuperación. Por lo tanto allí indique al plomero que buscara, con el resultado conocido.[/FONT]

[FONT=&quot]A partir de oír este relato, Ribera modificó radicalmente su opinión, aunque su juvenil orgullo impidió que por su boca, me lo hiciera saber.[/FONT]

[FONT=&quot]Grande fue mi alegría cuando a los pocos días, otro joven oficial, compañero de Ribera, me requirió detalles referentes a éste, en su tiempo, sonado caso.[/FONT]



[FONT=&quot]FIN[/FONT]

Comentarios

  • DragonDragon Lope de Vega s.XVII
    editado diciembre 2012
    A mí, particularmente, Holmes no me gusta mucho pero este relato sí, :D:D:D.Leí las dos partes de un tirón, sin aburrirme para nada y, si soy sincera, cuando el " joven detective " describe como encontró al ladron, me vino a la mente, otro detective, pagado de si mismo y que deja, siempre para el final, el resultado de sus pesquisas:Hercules Poirot.Me has dejado impresionada, con esa habilidad para relatar.Dos preguntas, que son mera curiosidad por mi parte.¿ Siempre escribes en primera persona ? ¿ Eres judío ?
  • RabolonRabolon Pedro Abad s.XII
    editado diciembre 2012
    Gracias por to comentario. Soy judío pero no creo que esto influya en mi forma de escribir, aunque puede ser que me haga más suceptible a algunas circunstancias de la vida.

    Me gusta escribir en primera persona, creo que es muy eficaz para transmitir emociones y que el lector se ponga en tus cueros.
    Sin embargo tengo alguno que otro cuento no en primera persona.

    Esto de ponerme en el lugar del autor, cuando leo, me ha causado no pocos problemas de identidad, por ejemplo, ojo que te puede doler, no me siento cómodo leyendo a mujeres. Probablemente necesite algunas sesiones para resolver este tema.

    Si sos administradora del sitio por favor quita mi nombre real en el segundo post que se me olvidó de editar. No creo que hayas deducido que soy de origen judío solo por la forma de escribir. Si vos no hubiera puesto la palabra sincerA yo te tendría en este momento por un Dragón bien machote.

    Saludos, Rabolón
  • DragonDragon Lope de Vega s.XVII
    editado diciembre 2012
    No me vá a doler porque te sientas incómodo leyendo a las mujeres.No soy la administradora, es Dimiga, pero si le mandas un MP indicando tu necesidad, ella con gusto te lo resuelve.Lo de judío...era por mera curiosidad, no me afecta ni mucho menos, al contrario, me alegra que haya gente de todas las ideas y conclusiones.Te pido disculpas si te he incomodado por mi pregunta fuera de lugar.Como puedes apreciar, no soy un Dragón bien machote, jejeje y sí que me llamó la atención en tu relato una cosilla, antes mismo de leer tu apellido...pero eso, es mera obervación mía, que me gusta leer más allá de las palabras....hay veces que acierto y hay otras, en las que no.
  • RabolonRabolon Pedro Abad s.XII
    editado diciembre 2012
    Solo me sorprendió. Yo también te pido disculpas, si inconcientemente te transmití algo negativo. Gracias por tu hermoso comentario sobre el relato.
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