Quiero que hoy tu lengua
emprenda un largo viaje,
empezando en mis pies,
recorriendo con deleite
cada dedo, lamiendo
y sorbiendo, toda yo convertida
en un sorbete de fresa,
en un poema de hielo.
Recorre poco a poco
mis piernas, quiero que sean
las dos columnas que a
una isla de placer te lleven
Sube despacio entre mis muslos,
bebe hasta saciar tu sed y no
te detengas hasta llegar
a mi ombligo, sumerge
tu lengua en una cueva
oculta que te lleve
al infinito.
Enlaza mi cintura
y cíñeme a tu cuerpo; déjame sentir
tu peso y amanece en mis
entrañas para derramarte al alba,
un poco antes de que el sol salga
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