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Alpha-Corp: Fugitivos (Rol)

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Comentarios

  • amparo bonillaamparo bonilla Bibliotecari@
    editado noviembre 2011
    Pero antes de salir de allí, son atacados por unas plantas carnívoras, que se han desarrollado fuera de su habitat, Alexandrina es agarrada por los tobillos y la cintura por una de estas plantas que abre sus fauces con ganas de engullirla, ella grita pidiendo auxilio:eek:
  • PiedraLibrePiedraLibre Gonzalo de Berceo s.XIII
    editado noviembre 2011
    Enrique dejó al androide en el suelo mientras los demás recogían provisiones. Se encontraba un poco nervioso, ya que no había visto a nadie del personal en el primer piso, y recordaba muy bien que el doctor Guró les había dicho que no iban a disponer de demasiado tiempo para salir. El corte de luz era algo provisorio como para generar caos y darles tiempo, pero acabaría pronto. Y, encima, el androide les había retrasado más de la cuenta.

    Enrique, por su parte, no tomó nada comestible de la cocina. Sabía que podía andar bastante tiempo sin necesitar comida, y tenía pensado salir del laboratorio lo antes posible. Sí agarró un cuchillo bien afilado, que guardó envuelto en un trapo entre sus ropas. Estaba más ansioso por seguir adelante que otra cosa.

    De repente, los gritos de Alexandrina lo pusieron en alerta. Cómo no se había percatado antes de aquellas horrendas plantas? Rápidamente sacó el cuchillo y corrió para socorrerla, cortando forzozamente los tallos de la planta. La planta, por su parte, trató de atraparlo a él también, pero Enrique era demasiado escurridizo y ágil, y ni bien terminó de cortar el tallo. arrastró a Alexandrina lejos de la planta.

    -''Estás bien?''- le preguntó, ayudándola a ponerse de pie.

    Fue en ese momento cuando vio, detrás de la planta carnívora, los restos de otros humanos. Probablemente serían del personal, que tanto le había extrañado no toparse con nadie en la cocina o en la huerta.

    -''Opino que lo mejor sería salir de aquí en cuanto antes''.
  • dimigadimiga Bibliotecari@
    editado noviembre 2011
    Brianna siguió al grupo mientras que buscaba alimentos, ella se enfoco en líquidos. Podían vivir un par de días sin comer, pero los líquidos eran importantes. Así que tomó un par de botellas de agua y las metió en una especie de bolso que encontró en el lugar, junto con unas cerillas, velas, un par de cuchillos de deshuesar y cuchillos jamoneros que podrían ser bastan útiles. También tomo una botella de alcohol, cloro, soda. Cualquier cosa que vio que podría servir para explotar cosas, en caso de ser necesario. Estaba terminando su tarea cuando escucho la algarabía en otra sección del lugar. Al parecer estaban teniendo algo de emoción con las plantas carnívoras. Sin embargo, la agilidad de Enrique permitió que nada malo pasara.

    Cuando llegaron, algo agitados, decidieron que lo mejor era seguir en movimiento. Tenían que salir cuanto antes y tratar de reprogramar el androide y sobre todo salir antes de que los guardias (que inevitablemente vendrían pronto) los tomaran por sorpresa. Este no era el mejor lugar para una pelea.
  • amparo bonillaamparo bonilla Bibliotecari@
    editado noviembre 2011
    Alexandrina fué salvada de las plantas carnívoras por Enrique, se había convertido en el ángel guardián, luego del susto y de ver los restos de algunos empleados que no tuvieron la suerte de ella, se dedicaron a seguir su camino, andando de regreso por los laberintos, para subir al segundo piso, a los laboratorios para tratar de recomponer al androide, debían darse prisa, pues el tiempo era muy importante en esos momentos.:rolleyes:
  • AljanAljan San juan de la Cruz XVI
    editado noviembre 2011
    Oscar, agotado por el esfuerzo mental que había realizado, se limitó a contemplar lo que sucedía a su alrededor mientras intentaba echar mano de alguna sustancia o comida azucarada en la cocina. No se inmutó ante las plantas carnívoras ni ante la heroica intervención de Enrique.

    Sencillamente se procuró un cuchillo largo y afilado y se lo colocó en el cinturón, metódicamente situado. Comprobó la munición que le quedaba en el arma que tenía, se ajustó las gafas y se limitó a decir.

    --Si no nos vamos pronto, tendremos problemas. ¡Vamos por la ruta establecida y no perdamos más tiempo en iditoces! Nuestra retirada tiene prioridad...por encima de vida. Lo importante es que escapemos. No importa cuántos.
  • PiedraLibrePiedraLibre Gonzalo de Berceo s.XIII
    editado enero 2012
    Viendo que Alexandrina se encontraba bien y que todos ya habían tomado provisiones como para escapar, Enrique oyó las sensatas palabras de Oscar y decidió tomar la iniciativa. Fue hacia donde había dejado al androide y lo levantó nuevamente.

    - Tiene razón- dijo, dirigiéndose nuevamente hacia las escaleras por las que habían llegado al lugar- Vamos, deprisa! Falta muy poco para que vuelva la luz con toda su potencia... Ya tendríamos que estar por llegar al cuarto piso!

    Y dicho eso, comenzó a subir, aunque no tan rápido, hasta que el resto del grupo lo alcanzara.
  • dimigadimiga Bibliotecari@
    editado enero 2012
    Brianna se puso el “bolso” en la espalda, antes de salir, tomó un cuchillo grande que encontró, aunque lo cubrió con una tela para no hacerse daño e inmediatamente después se dispuso a seguir al grupo escaleras arriba, mirando siempre a todos lados, esperando que saliera algún androide o humano a detenerlos. Aún estaban a oscuras pero habían luces auxiliares intermitentes y pasaron pasillos y puertas cerradas antes de encaminarse por las escalares. Se escuchaban algunos ruidos, pero ella no lograba identificar de donde venían.

    Mientras caminaban empezó a sentirse mareada "¡oh no!, este no es un buen momento” Pensó. Iba a tener una visión e iba a ser una de las buenas si se sentía tan débil. No sabía cómo hacer para no rezagarse. Así que lentamente antes de caerse de bruces se acerco al tipo oscuro que estaba detrás de todos, Oscar, se llamaba. Lamentaba que Enrique llevara el androide, pues difícilmente podría ayudara. Intentando no mostrar mucha debilidad mientras se le acercaba, pues seguro era capaz de dejarla tirada. procuro utilizar la lógica con él, aunque en ese momento ya no pensaba con claridad, le dijo:

    “No quisiera detenerlos, pero voy a tener una visión que seguro nos podrá ayudar en nuestra huida. Sin embargo, estoy muy débil, ¿sería posible que usted me sostuviera y me arrastrara si llego a desmayarme? Le aseguro que será solo un momento, pero no creo que quedarnos aquí sea lo mejor mientras pasa. Es un chico fuerte, no supondrá mucho esfuerzo. ¿Podría ayudarme? "

    Le sonrió, pero no pudo esperar su respuesta, empezó a sentir como se sumergía en la visión…
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