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Perdonar lo imperdonable?

bartonbarton Juan Boscán s.XVI
editado diciembre 2010 en Ensayo
Sé que estoy equivocada, sé que lo que voy a decir no es cierto, pero en la parte dominante e irracional de mi mente sólo el odio da lugar a estas palabras.

En mi vida he conocido una persona tan desgraciadamente mala. Sí, mala persona. Los calificativos que tengo para ella son de lo más malsonantes, y me abtendré de usarlos. Pero no sabía que un ente vivo era capaz de llegar a ser tan ruin y despiadado.

Si lo que me hizo aquella persona hubiese tenido lugar en otro momento, en otras circunstancias, quizás sólo le hubiera guardado antipatía y recelo. Pero cometer las crueldades que ella cometió con una niña de apenas cuatro o cinco años... no me parece normal, ni bien en absoluto. Lo que ella hizo fue causarme traumas, manías y temores. Ya dejo de lado el hecho de que me arruinó la vida -la infancia, mejor dicho- porque, bueno, intentando ser optimista descubrí que no estaría aquí si no fuera por los acontecimientos. Quizás ahora fuera otra chica más, que pasara desapercibida entre la gente, que acudiera a fiestas y botellones, cuya máxima importancia fuera el móvil o los cotilleos de sus amigas. Aunque por otro lado, a veces pienso que quizás de esta manera pudiera haber sido feliz.

Siendo así, esta persona fue ganándose poco a poco mi más profundo y único odio, rencor y envidia. Envidia, sí, porque me robó lo que era mío, me quitó mi casa, el dinero guardado para cuando fuera a la Universidad, mi coche. Tiró mi columpio. El columpio que tanto se esforzó mi 'padre' en hacerme. El columpio del cual mi madre estaba orgullosísima porque era "gratis". El columpio en el que jugué unos 3 años, sola, cuando nadie podía atenderme, cuando era hija única -cuando todavía no conocía a mi hermana, para ser precisos.

Abusos, maltratos físicos, psicológicos, robo, falsos testimonios, etc. Es lo que esta mujer, hija de la grandísima puta -y lo siento, no quería decirlo en voz alta, pero no encuentro otro adjetivo que la especifique mejor- cometió contra mí para quitarme lo que era mío, cuando yo era pequeña, indefensa e ignorante.

A diario me pregunto... ¿Qué haría si la tuviera delante? Las manos me tiemblan y siento pequeñas descargas de adrenalina. Puedo notarlo. La sangre contaminada, negra, llena de odio. No penséis mal de mí. Mi sangre ha sido siempre de un color granate muy muy oscuro. Pero me hierve en las venas al pensarlo.

¿Seguiría viviendo en mi antiguo hogar? ¿Tendría un padre? ¿Sería capaz de dormir por la noche? ¿Vestiría de colores que no fuera ni el negro ni el azul marino? ¿Escucharía música pop como el resto de las adolescentes en vez de rock duro con letras deprimentes? ¿Podría odiar a alguien más, si no odiara a esa persona? ¿Tendría un mejor rendimiento escolar? ¿Soportaría un contacto físico? ¿Tendría novio?...

Preguntas que no me llevan a ninguna parte, sino a un sendero de agonía y desesperación. Todo mi odio está concentrado y focalizado en esa persona, y se va expandiendo, y se va extendiendo, y me va matando. Y mi sangre cada vez es más oscura. Ayer creí que era negra de verdad. No me hubiera extrañado nada.

Hace un año puse un tema en el que decía "Voy a perdonarla". La odiaba con todo mi ser, pero me obligué a calmarme un poco y decir cada día al depertar "Te perdono" varias veces, como un libro que leí hace un tiempo, llamado La Cabaña, de William Paul Young (lo recomiendo, aviso de que es cristiano, pero puede ser disfrutado por todos). Sin embargo, aunque el dicho reza "Una mentira repetida mil veces se convierte en verdad", cuando es una mentira tan grande necesita ser repetida demasiadas veces, y nunca termino creyéndomelo.

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Quise perdonar lo imperdonable y no pude. ¿Qué debo hacer? Pues la gente dice que no odie, que no corrompa mi alma, pero ya está corrupta y manchada. Y lo más importante: ¿Qué debo hacer si alguna vez el Destino nos cruza una vez más en su camino?

La venganza es un plato que siempre se sirve en frío.

¿Cómo curarte de un odio forjado a lo largo de tu vida, sobre el cual has apoyado todas tus frustraciones y fracasos, el que te ha causado innumerables depresiones, el que ha condicionado de manera radical tu personalidad y tu futuro?...

Comentarios

  • AladasAladas Fernando de Rojas s.XV
    editado diciembre 2010
    De a poco, Barton. Recordá que el perdón no la beneficia a esa persona, sino que te beneficia a vos. Muy bueno el texto. Arbitrá todos los medios para ser feliz.
  • ShaiantiShaianti Fray Luis de León XVI
    editado diciembre 2010
    Sentimientos duros y extremos.

    Ya te he comentado en otras ocasiones que saques los positivo de las experiencias que piensas te han aportado lo peor.

    Piensa en tu unicidad: mejor ser distinta de la masa, por las razones que sea, pero única y original. Cónsideralo un valor, una ventaja.

    Piensa en tus capacidades: como adolescente, dejando a parte tus gustos y tu moda, eso es cosa tuya, piensa en lo que sobresales, tus escritos, tu intelectualidad, tu carácter. Y tu madurez intelectual.

    Las experiencias negativas y dolorosas nos mejoran y nos ayudan a crecer, si sabemos usarlas de forma positiva, porque nos hacen reflexionar y ponernos en duda ante el mundo.

    Pienso que lo llevas bien, con tus más y tus menos, y el dolor y la rabia forman parte de nuestra vida, sobre todo en juventud.

    Sólo, como ya te aconsejé anteriormente, no dejes que el rencor y el odio se conviertan en el alimento de tus emociones. Úsalos al revés, como un fuerza para crecer tú, mejorarte, y ser incluso mejor y superior a quién te hizo daño.
    Desde lo alto de ese conocimiento, ya no sufrirás ni estarás condicionada al desamor, y vivirás tu propia vida, sin atribuir o soportar tus males como una causa de los demás.
  • unaiunai Fernando de Rojas s.XV
    editado diciembre 2010
    Recordá que el perdón no la beneficia a esa persona, sino que te beneficia a vos.

    Perdonar consiste en un largo proceso,en el que has encarado el problema,lo has analizado y por ultimo y mas importante lo has ACEPTADO.

    Perdonar no beneficia al contrario si no a ti mismo.Es una especie de lavado en eel que aceptas que el daño ya esta hecho y no tiene vuelta atras,por lo que apelando a la buena fé de la humanidad,decides perdonar y finalizar el tema para contigo misma.
  • NeguNegu Fray Luis de León XVI
    editado diciembre 2010
    Barton :)

    Igual se puede vivir sin perdonar. Bueno, igual hay personas que podemos vivir sin perdonar, porque, realmente, hay cosas "imperdonables". Lo que no debemos consentir y éso sí creo que está en nuestras manos, es que haya algo que nos haga tanto daño. Contra éso debemos poner todas nuestras fuerzas. Si nos han hecho daño una vez; no debemos consentir que nos lo sigan haciendo. No debemos permitir que el pasado condicione de tal forma nuestra vida; que algo puntual del pasado nos condicione tanto.

    Hay una frase, algo que últimamente me repito sin darme cuenta y que creo que es muy cierto: nada es en vano.

    Todo lo que nos ocurre y nos ha ocurrido en la vida, nos conduce a lo que somos ahora. Todo nos sirve para crecer, para formar nuestra personalidad y determinar nuestro futuro.

    Lo que ahora decidas hacer con ése pasado que tanto te pesa, será definitivo para tu futuro. Olvídalo, pasa página, mira y comprueba que no te merece la pena seguir sufriendo por algo pasado que viene de alguien que ya no es nada, es cero, no te importa, no quieres tener nada con ella, ningún sentimientos, ni siquiera odio. No te compensa.

    Piensa en ti. Y en tu grandeza.

    Los compañeros te lo han dicho antes. Eres única e irrepetible.

    Olvídalo, sácalo de tu vida. No le des oxígeno, no lo alimentes; anúlalo.

    Eres grande. Puedes hacerlo.

    Un abrazo, guapa :)
  • bartonbarton Juan Boscán s.XVI
    editado diciembre 2010
    Negu escribió : »
    Barton :)

    Olvídalo, sácalo de tu vida. No le des oxígeno, no lo alimentes; anúlalo.

    Eres grande. Puedes hacerlo.

    ¿Tú crees? Ando desesperada porque no puedo hacerlo...

    Pero como también dices, aquí los compañeros me apoyan, y como tú, creen que tengo la capacidad de hacerlo y superarlo. Esa confianza es como hielo para el escozor de las heridas: Cura, me cura, pero me duele un poco. Me duele porque sé que no soy "grande", pero que entre todos reúno la grandeza suficiente.

    Gracias.
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