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LA RUTA LUNAR DE ABRAHAM por José Alvarez López

Alejandra Correas VázquezAlejandra Correas Vázquez Gonzalo de Berceo s.XIII
editado noviembre 2010 en Histórica
LA RUTA LUNAR DE ABRAHAM



por José Alvarez López

Hay diversidad de opiniones contrarias entre los arqueólogos, como, por ejemplo, la ubicación de Sodoma y Gomorra en torno al Mar Muerto, que algunos colocan al Norte y otros al Sur. La forma en que realmente ocurrieron los hechos no está clara, y para algunos se trató del incendio y destrucción de dichas ciudades por las tribus arias que por esa época invadían el Asia Menor. Otros, en cambio, interpretan estos pasajes bíblicos como indicando una destrucción por artefactos atómicos o algo por el estilo.

Pero hay acuerdo entre los arqueólogos en cuanto a los viajes de la familia de Abraham, que va de desde Ur de Caldea —donde estaba un importante santuario dedicado a Nanna (la Luna)— hasta Harrán, donde había otro importante santuario lunar. Todo lo cual se compagina perfectamente con la naturaleza lunar y las tradiciones y almanaques hebreos. Por otra parte, señalan los autores, los viajes en aquel tiempo debían efectuarse sobre rutas de caravanas y éstas, en todos los tiempos y lugares, siguieron caminos determinados por las religiones de los caravaneros. En aquellos tiempos no se podía tomar una ruta cualquiera, debido principalmente a los asaltos a que estaban expuestos los viajeros a manos de bandoleros y tribus agresoras, entre los cuales se destacaban por su ferocidad los “benjaminitas”, los cuales, milenios después, reaparecen en la Biblia como descendientes de Benjamín. Hijo póstumo y “agregado” a los doce vástagos de Jacob, cuando es desplazada la hija mujer Dina. Las rutas de las caravanas eran, pues, los carriles por los cuales se conducía el tráfico de aquellos tiempos.

De esto hay numerosos ejemplos por todas partes y, en la Europa Medieval, tenemos la llamada “Ruta de Santiago”, la cual era un camino que atravesando París, llevaba a los peregrinos de la Europa nórdica a Santiago de Compostela, en el extremo oeste de España. Su origen es anterior al cristianismo pues allí estaba milenios antes el templo de los Gemelos Divinos, ruta que los romanos prohibieron por largo tiempo. Pero los nuevos hermanos Santiago y Jesús volvieron a reabrirla. Vestigios de esta milenaria ruta todavía quedan en París, donde la “Rue Saint Jacques” (Calle de Santiago) es la única calle derecha de esta ciudad a la que atraviesa por completo de Norte a Sur. Es interesante que los campesinos españoles llamaran a la Vía Láctea el “Camino de Santiago” y que ella atraviese el cielo también de norte a sur, lo cual manifiesta su origen pagano, de religiones precristianas y astronómicas. Actualmente se reedita este camino como complejo turístico en el verano europeo.

Por todo los Anterior debemos considerar perfectamente natural que Abraham y su familia siguieran en sus movimientos las rutas de las caravanas de aquel tiempo, que seguían el itinerario de los templos lunares.

Otros exégetas se han opuesto a las anteriores conclusiones por considerar que involucran un desconocimiento del monoteísmo hebreo, centrado en Yahvé. Pero esta objeción es fácilmente refutable, puesto que tenemos varios testimonios de que la religión Yavehísta fue de origen relativamente reciente y comienza con el pacto entre Yahvé y Abraham.

Anteriormente como señala Flavio Josefo en Antigüedades Judías, y refrendan los escribas diciendo que antiguos israelitas “adoraban a dioses extraños” (Biblia - Exateuco)... léase, eran claramente politeístas. Y esta opinión de Flavio Josefo se basa en el pasaje bíblico donde Josué establece sin ambigüedad el inicial politeísmo de los israelitas. Esta tradición no dejó nunca de afectar a Israel, y la conexión lunar del pueblo judío se manifiesta en numerosas instituciones, como la del Sábado hebdomadario, por ejemplo.

Así pues, la estructura monoteísta del pueblo judío no viene de siempre. Y podemos pensar que tampoco será para siempre si nos atenemos al párrafo final del Cap. 48 de Ezequiel donde dice que en adelante ya no será Yahvé solo, sino Yahvé-Shamash. De paso aclararemos que Shamash significa Sol.

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