Mi diminuto cuarto
Alois Boerges
Mi cuarto es pequeño, diminuto, apenas el espacio para una cama de 80 centímetros de ancho, una mesa de noche a su lado con una lámpara, un escritorio con su silla y un clóset que de la mitad hacia arriba es un librero de tres anchas estanterías escalonadas a las que no les cabe un libro más y deben soportar el peso de cientos de ejemplares uno encima del otro. Estos me arrullan, me hablan, me golpean, me acarician, me hacen el amor, me traicionan o yo los traiciono a ellos cuando los vendo o los cambio por otros. Son lo último que ven mis ojos antes de entrar al reino de los sueños y lo primero que contemplo cuando vuelvo de esa pequeña muerte.
Debajo de la cama tengo dos cajas llenas de adivinen qué, más libros, revistas y miles de multicopias de artículos literarios. Incluso aún en el cajón de la ropa guardo material. A veces siento que me asfixio de tanta página impresa, pero sería una dulce muerte; sentiría en mis labios y mejillas los besos de Emily Brönte y de Proust (¡en ese orden!).
Las paredes y el techo están pintados de dos tonos, hueso y palo de rosa; la baldosa del piso es beige. Adornan el recinto un par de cuadros que ostentan paisajes y personas felices. En la biblioteca queda un poco de espacio para un reloj digital, una caja de vidrio que contiene marcadores y plumas estilográficas, discos compactos y otros adornos. Al respaldo de mi lecho se encuentra la ventana desde la cual se obtiene una sosegada vista del parque y la piscina.
Me gusta mi cuartito aún cuando a veces en la noche siento que me ahogo y tengo que abrir la puerta para poder respirar, y para que él tome una bocanada de aire y no tenga que vomitarme de sí, o yo no intente arrojarme por la ventana.
Comentarios
La estrechez del ambiente se hace palpable desde la primera línea.
Los libros se regalan o se donan. Venderlos podría ser considerado pecaminoso. jejee
Me encanta el texto. Soy capaz de sentirme en esa habitación.
El escrito sí tiene algún inconveniente (lo prefiero a "defecto").
Mira aquí:
", un escritorio con su silla y un clóset que de la mitad hacia arriba es un librero de tres anchas estanterías escalonadas a las que no les cabe un libro más y deben soportar el peso de cientos de ejemplares uno encima del otro."
Todo esto sin una sola coma o punto. Repítelo en voz alta, seguro no llegas al final. Aunque se lea en silencio, hay una relación directa entre el largo de la oración y la respiración. Además, si la frase es de excesiva longitud, al llegar al punto final, el lector necesita retroceder para encajar tanta información (lo habrás notado en algunos textos farragosos). Ese ir y venir perjudica la fluidez del texto, la continuidad en la lectura y la atención del lector.
Creo que la frase mencionada "se te escapó": no hay otra que presente esa misma construcción.
Parece que la vista de pájaro me jugó una mala pasada, y no te di una respuesta. Como el texto no necesita mucho tratamiento, te sugiero pegar distintas alternativas que reemplacen a la frase de marras. Así podemos conversar sobre la conveniencia de utilizar una u otra alternativa.
Disculpas por no haber contestado antes.