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El mentirologo. I parte.

DetritusDetritus Gonzalo de Berceo s.XIII
editado octubre 2010 en Erótica
Mirandiña se detiene ante la puerta de casa de un amigo y después de dudarlo, golpea. Abre un amigo que de solo verlo se pone hostil.
-[FONT=&quot] [/FONT]¡Hola! ¿En que andai?
-[FONT=&quot] [/FONT] Préstame luca, mañana te la devuelvo, sin falta...
-[FONT=&quot] [/FONT]¿Me has visto cara de huevón? ¡Ya nadie cree tus mentiras!- y le cierra la puerta en sus narices.
Desde que quedara cesante, hace cinco años, Mirandiña ha vivido de la mentira. Con mentiras ha comido, dormido y vivido de lo ajeno. Así ha ido moldeando su penosa existencia. Pero ya era tiempo de que eso terminara. Se fue a una plaza a pensar y se dio cuenta que lo mejor que sabía hacer, era mentir. Maduró y maduró una idea hasta que se puso de pie de un salto, como si se le hubiese encendido una ampolleta.
-[FONT=&quot] [/FONT]¡Sí, le pediré ayuda a mi padre!- se dijo a si mismo decididamente.
Camino a casa de su padre subió al transantiago y le sonó la tarjeta por falta de fondos. Arguyó que recién la había cargado al tiempo que hacía las veces de buscar el vale en sus bolsillos. El chofer, aburrido de estar detenido partió dejándolo pasar gratis.
-[FONT=&quot] [/FONT]¿Estas loco, a ti, que eres el rey de la mentira?- le dijo su padre agarrándose la cabeza a dos manos.
-[FONT=&quot] [/FONT]¿Viste? tú mismo lo reconoces. ¡Sí, soy el rey de la mentira y solo necesito tu confianza y un capital para usufructuar de ellas, en esto no te estoy mintiendo!
El padre se lo queda mirando y le da la posibilidad de que lo convenza con buenos argumentos. Quince minutos después, Mirandiña sale de la casa de su progenitor saltando de alegría con un interesante cheque en sus manos.
Todo transpirado Mirandiña baja de la escalera después de escribir la última letra del slogan sobre el nombre del negocio. Corre la escalera a un costado y cruza la calle para verificar su trabajo.
Orgulloso, leyó el nombre de la tienda escrito sobre el dintel: “Mirandiña mentiras y afines” luego, leyó lo que escribiera a ambos costados de la entrada: “Justificativos, comunicaciones, plagios, mentiras piadosas, recomendaciones, toyos, documentaciones varias, chantería en general” decía en perfecto orden hacia abajo desde el número 666 de la dirección. Al otro lado decía: “Consejos políticos, engaños, enredos psicológicos, patudeces, simulaciones, distorsiones de la realidad, falsos juramentos, falsos testimonios, actitudes influenciables, mentiras en general”
Le dejaron especialmente satisfecho las frases que se interponían medio cruzadas en los textos principales: “Máxima reserva, confiabilidad y decoro” Finalmente, lee el slogan escrito debajo del nombre de la empresa: “En donde la verdad y la mentira son fieles amigas”

Mirandiña hincha sus pulmones y, no termina de expulsar el aire, cuando ve a un tímido muchacho bajarse de su bicicleta para leer las ofertas de la nueva tienda. Apoyando su noble vehículo en el mesón del emporio llama:
-[FONT=&quot] [/FONT]¡Aló!
-[FONT=&quot] [/FONT]¿En que le puedo servir caballero?- le sorprende por la espalda.
-[FONT=&quot] [/FONT]Buéno día.
-[FONT=&quot] [/FONT]Buen día, soy todo oídos, dígame.
-[FONT=&quot] [/FONT]Me queé dormio, voy atrasao a la pega, el jutre me tiene entre ceja.
Mirandiña lo sopesa y después de pensar varias combinaciones decide escribir una nota en un trozo de papel y se lo entrega al atribulado trabajador.
-[FONT=&quot] [/FONT]¡Servido señor!
-[FONT=&quot] [/FONT]¿Cuanto eh?
-[FONT=&quot] [/FONT]Cinco luquitas no nada más...
Mientras guardaba la billetera, el ciclista leyó en voz alta el libelo: “Patrón, disculpe el atraso, pero resulta que la micro quedó en pana” Se alegró y ofreció una sonrisa de agradecimiento al creador de esas salvadoras palabras. Al fin, una vez arriba de la bicicleta dice lleno de admiración “¡Lo que é la mente humana!” y se aleja pedaleando como un enajenado a su trabajo.


Luego de mirar por ambos lados su primer billete ganado con el sudor de su inmoralidad, lo guarda y se queda mirando hacia la tiende del frente. La Casa de la Novia. En realidad, ya la había visto antes, pero lo que le llamaba la atención ahora, era, cómo la clientela de esa tienda observaba a su vez su nuevo negocito. En efecto, muchas damas bien, apenas salían de esa tienda se quedaban pensativas ante los productos que ofrecía el señor Mirandiña. Incluso, sorprendió a más de una dama leyendo sus alternativas desde el interior de la tienda al través de la vitrina en donde se entronaban sendos trajes de novias, blancos como la nieve. Al fin, una de las prometidas se atrevió a acercarse a la tienda de nuestro amigo.
-[FONT=&quot] [/FONT]Buenos días ¿usted es el señor Mirandiña?
-[FONT=&quot] [/FONT]A su servicio.
-[FONT=&quot] [/FONT]¿Le puedo contar mi problema con confianza?
-[FONT=&quot] [/FONT]Soy una tumba a toda prueba.
-[FONT=&quot] [/FONT]Entonces, verá usted-y se puso nerviosa al ver que mucha gente se detenía ante el novedoso negocio.
-[FONT=&quot] [/FONT]Tenga la bondad de pasar a mi privado.
La muchacha dejó su bolso sobre la cubierta del escritorio y éste, al volcarse, dejó ver parte de unos radiantes adornos para un vestido de novia, blanco como la antártica.
-[FONT=&quot] [/FONT]Pocas son las que pueden ofrecer tal honor a sus novios por estos días, señorita.
-[FONT=&quot] [/FONT]¡Precisamente ese es mi problema!-dijo tapándose la cara con ambas manos y a punto de romper en llanto.
Mirandiña miró al través del ventanal que lo separaba de su mesón y vio que mucha gente se detenía frente a su emporio.
-[FONT=&quot] [/FONT]Espere un momentito, señorita.
Volvió después de dejar un montón de tarjetas y un aviso sobre el mesón “saque una, o espere un momento, estoy atendiendo” y le ofreció un vaso de agua a la dama que estaba atendiendo.
-[FONT=&quot] [/FONT]No merezco llevar ese vestido....
-[FONT=&quot] [/FONT]Eso suena muy medieval en estos tiempos...
-[FONT=&quot] [/FONT]No para una familia machista como la de él.
-[FONT=&quot] [/FONT]Y, si se puede saber ¿qué tanto lo podría notar el novio?
-[FONT=&quot] [/FONT]Hace dos meses que por amor a él dejé de trabajar en un relax...
-[FONT=&quot] [/FONT]¡Dios mío! ¡Y yo que pensaba recomendarle que le dijera que se había caído de una bicicleta o de un columpio!- dijo Mirandiña agarrándose la cabeza a dos manos.
-[FONT=&quot] [/FONT]Si fuera tan simple, le habría dicho algo así hace tiempo..pero.
-[FONT=&quot] [/FONT]Y, caer de un rascacielos es para quedar hecho sopa...-dijo el mentirologo sentándose cómodamente en su asiento de cuero para pensar.
La muchacha lo observaba esperando que saliera alguna solución de la mente del mentirologo.
-[FONT=&quot] [/FONT]¿Se le ocurrió algo?- al verlo cambiar de posición.
-[FONT=&quot] [/FONT]Dependeríamos de las características del novio....
-[FONT=&quot] [/FONT]Es virgen y la familia es siciliana.
-[FONT=&quot] [/FONT]¡No haberlo dicho antes! Eso nos ahorra explicaciones.
-[FONT=&quot] [/FONT]¿De que se trata su idea?
-[FONT=&quot] [/FONT]Verá, el no sabe como desflorar a una dama y es posible disimular su falta de pureza poniendo mucho de su parte.
-[FONT=&quot] [/FONT] Seguiré sus recomendaciones al pie de la letra.

Comentarios

  • eanueanu Banned
    editado octubre 2010
    Me ha gustado, está entretenido. Además, comienza bien, lo haces fácil. Casi sin darme cuenta ya estoy metido en la historia. Me gustan los diálogos.

    Crítica profesional:

    Hay cosas que no entiendo.

    "-Entonces, verá usted-y se puso nerviosa al ver que mucha gente se detenía ante el novedoso negocio.
    -Tenga la bondad de pasar a mi privado."

    La chica se pone nerviosa al ver que la gente se detiene ante el negocio, emporio o mesón. Así que Mirandiña le dice que pasen al privado.

    "La muchacha dejó su bolso sobre la cubierta del escritorio"

    Ella deja su bolso en la cubierta del escritorio. Vamos que hay un escritorio por ahí en algún lugar.

    "Mirandiña miró al través del ventanal que lo separaba de su mesón y vio que mucha gente se detenía frente a su emporio."

    Y ahí vuelves a decir que Mirandiña se da cuenta de que hay mucha gente detenida frente al emporio, que supongo que utilizas como sinónimo de mesón. No me entero de nada.

    En definitiva, ¿han pasado al privado? Si están en el privado, ¿hay alguna diferencia? ¿Dónde están?
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