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"Dubliners" de James Joyce

alteregoalterego Juan Ruiz, el Arcipreste de Hita s.XIV
editado mayo 2010 en Libros propuestos
“Empecemos por el principio” dijo alguien por ahí.
Propongo la lectura de la primera obra en prosa de James Joyce, “Dubliners” (“Dublineses” o “Gente de Dublín”) de 1914.


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“Dubliners” es un compendio de quince cuentos de factura realista o “naturalista” y hasta cierto punto psicológica de las gentes de Dublín.
Esta Obra nos remite a la primera etapa creativa de James Joyce, sin enigmas ni juegos verbales; sin la audacia de constituir toda una literatura en un solo libro; sin la necesidad de reevaluar el idioma inglés Shakespeariano. En “Dubliners” está la sencilla materia esencial de toda su posterior obra, la escenografía urbana y ética de la ciudad de la que huyó pero que en espíritu, jamás abandonaría; la inquietud por el destino de su patria, Aquella irlanda, que es como el espejo trizado de una sirvienta” diría Stephen Daedalus en “Ulysses”; sus contradicciones nacionalistas y todo el peso de la historia “Esa pesadilla de la que quiero despertar”, Parnell y el arquetipo del caudillo traicionado por su propio pueblo y la necesaria pintura esencial de algunos momentos íntimos de profunda hermosura.

Borges dijo que un hombre se conoce así mismo en un momento específico y determinado de su vida, en donde sabe para siempre quien es. Algunas de estas postales “dublinesas” retratan esa epifanía vital de reconocimiento de sus habitantes, bajo los colores de la normalidad más delicada.

Los cuentos de Joyce se encuentran a la altura de lo mejor de Chéjov. Soy incapaz de pensar mejor elogio.

Quien quiera embarcarse en su lectura y comentar es bienvenido.
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Comentarios

  • MalubeMalube San juan de la Cruz XVI
    editado marzo 2010
    Creo que me apunto :o. No voy muy bien de tiempo pero siempre he querido leerla y es una forma de conseguirlo.
    ¿Alguien va a marcar plazos o algún método?
  • AnamarAnamar Fernando de Rojas s.XV
    editado marzo 2010
    Holaaaa!:)

    Mi primera lectura en el foro!!:p

    Yo me apunto encantada, eso sí, en calidad de aprendiz:o. Estoy viendo que la poquita base con que ataqué el Ulysses hace muuuuchos años se ha ido a donde quiera que se vayan las cosas que olvidamos.:rolleyes:

    Esto... Espero a que digáis algo, por si vamos a seguir alguna pauta :).
  • alteregoalterego Juan Ruiz, el Arcipreste de Hita s.XIV
    editado marzo 2010
    Queridas Malube y Anamar, pues, celebro vuestro interés:)

    Bueno, los cuentos son quince, su extensión es promedio, salvo "Los muertos" que es una mini-mini novela. Pienso que podríamos comentar los primeros siete cuentos dentro de una semana y así sucesivamente (es la primera arbitrariedad que se me ocurre :p) o sencillamente ir uno por uno y dejando impresiones, cada dos días un cuento, mmm, no sé, es una razonable inversión de tiempo.
    O simplemente ponemos una fecha límite (como en el cole) y todos con la tarea hecha.

    ¿estará bién así?:confused::confused:

    A mi me viene bien cualquier método. Pero pienso que cada cuento tiene su impronta particular y merece atención. Si gustan leemos los primeros siete para el próximo sábado 03 de Abril.

    Saludos.
  • isabel veigaisabel veiga Garcilaso de la Vega XVI
    editado marzo 2010
    :(:( Todavía no he podido leer "el extranjero" del grupo de lectura, así que no me apunto a ésta. Pero no por falta de ganas, si no de tiempo (espero tener algo la semana que viene). De todas formas, tomo nota para leer estos cuentos en cuanto pueda.
  • MalubeMalube San juan de la Cruz XVI
    editado marzo 2010
    Entonces, primeros 7 para el 3 de abril. Buf, a ver si me da tiempo y lo consigo.
    Anamar, yo también estoy aprendiendo en esto. A ver si nos ayudamos entre todos y "exprimimos" a los Dublineses en el mejor sentido del término ;)
  • AnamarAnamar Fernando de Rojas s.XV
    editado marzo 2010
    Malube escribió : »
    Entonces, primeros 7 para el 3 de abril. Buf, a ver si me da tiempo y lo consigo.
    Anamar, yo también estoy aprendiendo en esto. A ver si nos ayudamos entre todos y "exprimimos" a los Dublineses en el mejor sentido del término ;)

    Jaja! Eso espero!:)

    Esto... Yo tengo familia en casa esta semana que viene y luego salgo unos días.
    De todas formas intentaré escabullirme los ratos que pueda...;)

    Chao!:p
  • MalubeMalube San juan de la Cruz XVI
    editado abril 2010
    Por salir de dudad. Estamos hablando de:
    Las hermanas
    El encuentro
    Arabia
    Evelyn
    Después de la carrera
    Dos galanes

    Me está costando un poco. La traducción que tengo tiene modismos latinos que no llego a entender, y no tengo a mano el diccionario on line. Estoy teniendo problemas con la conexión y hay muchas horas del día, que estoy leyendo, pero no tengo conexión. Y no tengo el diccionario cerca tampoco.
    Iba a poner los que más me han gustado, pero me falta el último por leer. Ya lo haré cuando tenga algún resumen.
    Alterego, como tú propusiste el tema y parece que los que nos subimos al barco después no tenemos mucha práctica de este tipo de actividades, si rompes tú el fuego, por mí tanto mejor :o. No sé cómo lo verán los demás.
  • alteregoalterego Juan Ruiz, el Arcipreste de Hita s.XIV
    editado abril 2010
    Claro, esos son los cuentos.:)

    Pues, no te preocupes, podemos comentar los que hayas leído, por ejemplo, los dos o tres primeros. (Las hermanas, El encuentro, Arabia)

    ¿y que te han parecido?

    A mí, por lo menos estos tres primeros, me muestran una "gran sutileza" en el retrato de los personajes.

    Puedo ver en "Las Hermanas" que es una de las primeras referencias directas al Catoliscismo Irlandés "tan especial" de los Dublineses. El relato a mi me habla del "desprendimiento". Tanto de la fe católica, en el fallecido padre James Flynn; como la falta de empatía y la falta de amistad que siente nuestro pequeño narrador por la muerte de su protector y amigo (que le enseño a pronuncia correctamente el latín). Aparecen algunas señales de la decadencia de la pasión religiosa católica, por ejemplo, en el velatorio. Creo que Joyce aquí trabaja con la ruptura tardía de la fé en el padre fallecido-el viejo orden; recordemos, que en sus últimos días en el recuerdo de sus amigos el padre desvariaba y "no andaba del todo bien", sintió cometer un gran error por la rotura de un cáliz y eso lo afectó mentalmente. El padre fallecido (sin fe) sería como la generación antigua que perece a las puertas del cielo. El niño narrador, que según tengo entendido, es el propio Joyce de niño, pareciera que ya es una generación que no es capaz de sentir fe. El pertence a la nueva camada, por ahora, del protestantismo irlandés (bastante escéptica por lo demás). Este "despertar" religioso es compartido por muchos, Uno de los ciudadadnos dublineses dice (en ref. a la amistad del niño con el padre fallecido y en otros términos, a la negativa influencia del catolicismo en la juventud)) "A mí no me gustaría nada que un hijo mío, tuviera mucho que ver con un tipo así"

    P.S. Malube, ¿qué modismos latinos no entendiste?:confused:

  • alteregoalterego Juan Ruiz, el Arcipreste de Hita s.XIV
    editado abril 2010
    :)
    Welcome to the last train to Dublín Odmaldi

    Me las arreglo con dos versiones, la inglesa y una traducción de Guillermo Cabrera Infante (cuando alguna palabra me deja corto)
  • AnamarAnamar Fernando de Rojas s.XV
    editado abril 2010
    Hola!:)
    Qué bien, qué bien, más gente!:p Hola, odmaldi!:)

    Esto... Yo leí los tres primeros hace... ¿dos días? Ahí paré (compromisos familiares)... y hasta ahora, 3.45 am hora española. Ya no recuerdo casi nada. Mañana espero dar un sprint y ponerme un poco al día, pero entre tanto, feliz idea la de que alterego haya empezado a dar pistas, porque además de ayudar a entenderlos sugiere caminos por donde seguir comentando. Veo que los cuentos van a dar mucho -e interesante- de que hablar.
    De momento (así, sin pararme a pensarlo mucho) la sensación que tenía cuando iba pasando de un cuento a otro, es la de que hay algo que se mueve in crescendo a medida que avanzan... pero no sé si seguirá siendo así.

    Saludos! (En nada vuelvo ;))
  • isabel veigaisabel veiga Garcilaso de la Vega XVI
    editado abril 2010
    Odmaldi, a mí me ha pasado lo mismo. El foro me ha enseñado que un libro no siempre es la traducción que leo y que esa misma traducción puede hacer que deje la lectura, como me ha pasado con "la metamorfosis" con la traducción de Borges.

    No creo que aquí pueda conseguir estos cuentos en inglés pero lo intentaré. Me vendrá muy bien. ¿Está escrito en inglés-inglés o en irlandés?
  • alteregoalterego Juan Ruiz, el Arcipreste de Hita s.XIV
    editado abril 2010
    En los "Dubliners" no hay una dificultad especial en su lenguaje, es bastante trasnsparente, o inglés-inglés, salvo algunas referencias a nombres y lugares propios de Irlanda, pero que no trancan la lectura, son información circunstancial.

    Si se tiene la posibilidad de leerlo en inglés, mejor que mejor; si es traducción, a mi me gusta la de Cabrera Infante, por editorial contemporánea, que no tiene tampoco tantas alusiones a "americanismos". En esta versión, no se pierde casi nada del espíritu original, llámese descripciones o sutilezas y es de bastante ágil lectura.

    Saludos a todas :)
  • AnamarAnamar Fernando de Rojas s.XV
    editado abril 2010
    Hola!:)

    Por suerte la traducción que yo tengo es la de Cabrera Infante. En inglés sería incapaz de leerlo, apenas si me defiendo con las instrucciones de los electrodomésticos y poco más.:o

    Estoy releyendo desde el principio porque ya no me acordaba de nada. He tomado algunas notas porque el primero me ha dado mucho que pensar. Os dejo las primeras líneas. Lo que sigue ya veré, porque es muy subjetivo y bastante extenso.

    Las Hermanas

    No he podido leerlo con demasiada perspectiva. Por cercanía, me ha calado la mirada del chico. De lo poco que llevo leído de Joyce, lo que más me gusta –en ocasiones me fascina- es la naturalidad con que afloran esos sucesos íntimos, las transformaciones, las experiencias interiores de los personajes. Me gusta esa forma de retratar las costumbres, los lugares comunes entre ellos, las convenciones, para luego contraponerles, superponerles -o como se prefiera- el punto de individualidad, las experiencias íntimas e intransferibles, lo que en definitiva es sacar a la luz lo que hay de humano, de vital, de emocional, como una corriente que fluye por debajo, o a través de toda la artificiosidad de las convenciones.

    Una saludo!:)
  • MalubeMalube San juan de la Cruz XVI
    editado abril 2010
    Qué alegría verla por aquí, Odmaldi. Yo estoy leyendo una versión en español, con traducción de Cabrera Infante (por lo que veo la misma que alterego). Me la bajé en PDF, creo que de libros en Red.
    Hay palabras que me resultan extrañas, aunque por el contexto las localizo. Otras las conozco (pollera=falda, tiraflechas=¿tirachinas?, aunque aquí no las usamos). Pero otras como cenizal (referido a un parque o similar) me despistan (era muy prieto ¿?, furtivada, chambón,...). Creo que el relato de el encuentro y el de Después de la carrera son enlos que más problemas de este tipo he encontrado. Os reiréis de mí, pero en el de Después de la carrera tarde un rato en darme cuenta de que la carrera era de coches (automóviles) y no algún deporte rural con carros tirados por caballos :o.

    Respecto a los textos, el primero, Las hermanas, me ha sumergido en un mundo gris y chapado a la antigua. Era como si oliera a rancio, no solo por el velatorio y el difunto, sino por todo el ambiente que le rodea. También hay un halo de misterio en lo que el padre Flynn hacía en vida. No sé porque me pareció entender que no era una buena influencia porque enseñaba cosas a los jóvenes que era mejor que no supieran. Como esa creencia ancestral de algunos que hay que mantener a la gente en la ignorancia. También me resultó extraña la forma en que definen la locura del difunto padre Flynt. Tal vez esperaba algún misterio que no llegó a producirse o que no se cuenta.
    Pero me gusta como se percibe lo que el protagonista-narrador cuenta. Su desconfianza, la forma en que observa y juzga a los mayores, la contención de sus sentimientos. Y sobre todo, que para mí la gracia del relato está en lo que no se cuenta, en esas frases inconclusas que te hacen crear tu propia historia. Lo que no se dice llega a tener mucho peso.

    En general, en todos los relatos me ha sorprendido la belleza y simplicidad de algunas frases, que además de ser hermosísimas, con muy poco definen toda una situación o un ambiente. Pondré unos ejemplos de a qué me refiero:
    "El aire frío mordía, pero jugábamos hasta que nuestros cuerpos relucían."
    "Mi cuerpo era un arpa y sus palabras y sus gestos eran como dedos que recorrieran mis cuerdas."
    "Todos los mares del mundo se agitaban en su seno".
  • alteregoalterego Juan Ruiz, el Arcipreste de Hita s.XIV
    editado abril 2010
    Malube…

    “… the catapult…” : “Tiraflechas”: relativo a lanzador de piedras o guijarros. Acá, en chile le decimos “onda”.
    “ …near the ashpit” : “Cenizal” : sugiere un prado seco o descuidado.
    “… dark-complexioned…” : “Prieto”, sugiere moreno, “tostadito” (creo que en México es apelativo de uso común)
    “Furtivada” : en la frase es relativo a huir. (esto es importante, porque es un Leitmotiv de los cuentos, “La huída, el escape”)
    Shabbily dressed”.: “Chambón”, aquí, el traductor se equivoca, lo correcto es decir que el Viejo iba “pobremente vestido”, no chambón, que es sinónimo de Tontón, lerdo.

    Cualquier duda, si puedo, cuenta conmigo.:)


    Anamar:
    es la naturalidad con que afloran esos sucesos íntimos, las transformaciones, las experiencias interiores de los personajes. Me gusta esa forma de retratar las costumbres, los lugares comunes entre ellos, las convenciones, para luego contraponerles, superponerles -o como se prefiera- el punto de individualidad, las experiencias íntimas e intransferibles, lo que en definitiva es sacar a la luz lo que hay de humano, de vital, de emocional, como una corriente que fluye por debajo, o a través de toda la artificiosidad de las convenciones.

    Absolutamente de acuerdo. Me permito el oxímoron: “las grandes sutilezas de Joyce”, Toda la dinámica del cuento pasando como una insinuación que te deja cavilando sobre secretos, sobre silencios, ausencias, sobre el retrato esbozado en grafito, en donde el lector escogerá un sentido y pondrá algunos colores subjetivos.

    Malube:
    que para mí la gracia del relato está en lo que no se cuenta, en esas frases inconclusas que te hacen crear tu propia historia. Lo que no se dice llega a tener mucho peso.

    Pensamos lo mismo. “La hermanas” Joyce lo escribió a los 18-19 años y tiene algunos elementos biográficos, pero sobretodo, aparece una capacidad para mostrarnos la “parálisis” de Irlanda, tanto en orden ético, moral, político y religioso, como veremos en otros cuentos. Esa sugerencia de aspectos profundos bajo la más “estéril” y gris normalidad es todo un logro en algunos cuentos ("Un encuentro", "Arabia", "Eveline", siguiendo el orden). Es como si Joyce trabajara una epifanía secreta y nosotros “solo” quedáramos inquietos y después comprendiéramos su trasfondo y alcance. Como lectores es toda una cortesía de Joyce a nuestro interés.

    En general, en todos los relatos me ha sorprendido la belleza y simplicidad de algunas frases, que además de ser hermosísimas, con muy poco definen toda una situación o un ambiente.

    Es verdad, Joyce tenía a esa edad un dominio completo del inglés tradicional, siempre fue muy epigramático. Yo me recuerdo de frases muy bonitas: “Her eyes gave him no sign of love or farewell or recognition.” Después se dedicaría a expandir todas las posibilidades del inglés con “Ulysses” :( y a destruirlo con “Finnegans Wake”.:eek:

    Me han encantado sus aportes, disfruto de su lectura. Saludos.:)
  • AnamarAnamar Fernando de Rojas s.XV
    editado abril 2010
    odmaldi escribió : »
    Gracias, Malube. Aunque confieso que me intimida un poco (este grupo de lectura parece de las grandes ligas), pero sé que aprenderé bastante.


    Jaja! Caramba, odmaldi, cuántos cambios de Look!:)

    Uf! Si a tí te intimida, veré cómo hago yo para no terminar escondida debajo de la mesa... :o Cada uno en su estilo, aquí todos imponéis, y no poco.
    Qué mejor lugar para aprender!!!:p

    Esto... Me lo he pensado y añadiré el resto de lo que me ha dado que pensar el de Las Hermanas. Si le aporta algo a alguien, bien. Y si me salí por la tangente, espero que no me dejéis en la inopia. Preferiría saber donde fallo, y con un poco de ayuda, no repetirlos.
    Gracias por todos los comentarios. Desde luego no se me ocurre mejor forma de sacarle partido, ni de disfrutar la lectura!!:)

    Lo único es que me temo que voy lenta, porque cada cuento me lleva a planteamientos nuevos, a cosas muy distintas, y no consigo verlos en conjunto salvo aspectos muy generales...

    Ahí va mi experiencia con Las Hermanas (copio y pego, porque lo tengo en word):
    Casi dos siglos más tarde, en el norte de España, en lo que podría llamarse la Cataluña profunda, los clichés del cuento seguían vivos. Década de los 70. Recuerdo, de muy pequeña, las misas en latín (que al poco ya dieron paso al castellano, y, superada la transición, al catalán); la iglesia enorme, oscura, húmeda, con su olor a cera derretida e incienso, en cuyos muros reverberaba la voz potente y casi inhumana de un cura orondo, dignísimo, tocado por un halo sobrenatural (de los que todavía algún alma cándida dudaba que pudiese tener las mismas necesidades fisiológicas que el resto de los mortales). De algún modo se me ha quedado la impresión de que el viejo cura del cuento, por la enfermedad, por falta de ambición, o tal vez por una fe que entró en crisis, al final de su vida se sintió sobrepasado. Como si la vida sólo le hubiera permitido alcanzar un poco de conocimiento, y transmitírselo al chico fuera su manera de justificarse por haber vivido... Todas las convenciones del velatorio son un calco de la charla de las beatas del pueblo de mi infancia: Todo estudiado y “como debe ser”, esas frases que dicen “es que somos unas santas”... Un niño ve todo aquello, hace su papel y se pregunta si acaso hay algo de verdad, si esas personas guardan algo de esa fe, si sus afectos son auténticos, si realmente sienten alguna pena, o más bien agradecen haberse librado de una carga.
    En la Gerona de mi infancia, no tan lejana por lo que veo de lo que podría quedar de “profundo” en la vieja Europa católica, la verdad es que la fe brillaba por su ausencia, y las mujeres se comunicaban sus resentimientos, sus frustraciones entre líneas mientras hacían su papel. A veces de lo que se trataba era de disputarse, ladina, solapadamente, un lugar privilegiado como la más santa, la más mártir, entre todas las demás. Sin embargo nunca era una cuestión religiosa, sino un tema de poder, de estatus, de reconocimiento e influencia.
    Y los hombres, en su mayoría, desconfiaban de cualquier cosa que sonase a religión o a cultura (que para el caso, incluso entonces, en pleno siglo XX, seguía yendo de la mano con la Iglesia): trabajo, dinero, tierras, músculo, animales, carreteras... en su mundo Dios pintaba bien poco.
    Las familias adineradas pactaban dotes por sus hijos religiosos a cambio de poder y beneficios, pero para la gente sencilla, un hijo estudioso significaba debilidad, indefensión para valerse y enfrentar las crueldades de la vida, pobreza... y la consiguiente pena, o vergüenza, dependiendo de su capacidad de sentir afecto por sus vástagos.
    Los chicos, mientras todavía están tiernos, aun conservan la capacidad de ver la verdad en las cosas, y todavía son capaces de enfrentarse a sus propios sentimientos, aunque a veces les confundan, o los reconozcan injustos. Después la sociedad se encarga de modelarlos a su conveniencia, y todos aprendemos –con mejor o peor suerte- a jugar nuestro papel. Me da a mí que Joyce no estaba muy conforme con lo que le tenían reservado. Parece que adoraba algunas cosas de su gente, pero no quería ser como ellos.

    Y hasta ahí puedo leer!! Sed benévolos...:rolleyes:
  • MalubeMalube San juan de la Cruz XVI
    editado abril 2010
    Gracias por las "traducciones" alterego. Me temo que seguiré preguntando :o.
    Odmaldi, si esto es una gran liga, yo debo ser el utillero, porque en estas cosas de comentar lecturas mi experiencia es 0, así que no se amilane, que seguro que nos puede dar lecciones. Yo estoy convencida de que voy a sacar mucho provecho.
    Interesante reflexión, Anamar. Es cierto que la escena de las hermanas si le cambiamos los nombres y la situamos en la España de hace medio siglo (según las zonas puede que mucho menos) es totalmente asimilable. La influencia de la iglesia en la sociedad dublinesa me ha parecido una constante a lo largo de los relatos, en cada uno de forma distinta, pero siempre presente.
  • AnamarAnamar Fernando de Rojas s.XV
    editado abril 2010
    La influencia de la iglesia en la sociedad dublinesa me ha parecido una constante a lo largo de los relatos, en cada uno de forma distinta, pero siempre presente.[/quote]


    (Aparte: Sí, Malube, ni que lo digas. Este país ha sufrido cambios muy profundos en poco tiempo.)

    Yo me estoy quedando con lo de la religión, además de las convenciones sociales y la mirada de los jóvenes. De los tres, el que más me interesa es el último. También es curioso cómo va variando las perspectivas. Como si jugase a dar vueltas alrededor de los puntos que le interesan buscando distintas facetas, y eso me gusta.

    Puestos a marcarme, el que sí me ha traspasado ha sido Eveline. Uf! Como quien no dice nada, Joyce te deja lleno de... sensaciones bastante difíciles de concretar, algunas de ellas sorprendentemente intensas e inquietantes.

    De historia sé poco, y de Irlanda prácticamente nada. Con todo, sabiendo que se fue, y por lo que leo, parece que puestos a elegir se decantó por los protestantes. (Me corrijan si siguió frecuentando entornos exclusivamente católicos, porque no lo sé). La sociedad en la que se crió la pinta confortable, cercana, pero a la vez más asfixiante y cerrada. Imagino (pura especulación) que tendría menos que ofrecerle comparada, por ejemplo, con un Londres de la época.

    Ahora caigo en otro tema que a menudo repite, y es el de los tíos. Ya imagino que había muchos huérfanos y situaciones similares, pero suena a detalle personal. Alterego, tú seguro que sí sabes a qué se debe esa fijación, ¿a que sí? (Aquí echando mano de nuestra enciclopedia particular...:D)

    Se me olvidaba, Malube, agradecerte la maravillosa selección de algunas de sus "perlas", porque a mí se me pasan fácilmente :o.

    Saludos!:)

    Edito: Odmaldi, nena, hoy te veo muuuucho mejor!!:D ...¿Te has hecho algo en el pelo?:rolleyes:
  • alteregoalterego Juan Ruiz, el Arcipreste de Hita s.XIV
    editado abril 2010
    El cuento “Un encuentro” adelanta un simbolismo de la primera experiencia estudiantil en Joyce.
    Yo lo entiendo a dos bandas, por ahora mencionaré el hecho “oscuro” del relato. (el otro, el trascendente, lo escribiré mas tarde)

    Por una parte, “Un encuentro” retrata una experiencia vivida por el propio Joyce de niño, como estudiante aún en el pudiente colegio católico Belvedere de Dublín. En aquellos tiempos se prohibía toda influencia de literatura profana en el alumnando (“Lo entendería si ustedes asistieran a una… “National School Boys” dice el padre Butler, recriminando y que tiene un “especial juicio valórico sobre literatura”). También era recurrente el deseo de “hacer la simarra” en horas escolares y de una de aquellas excursiones surge la idea de escribir el cuento. Como ya sería usual en Joyce, no intenta transmitir un juicio de valor sobre la historia y sus pormenores, simplemente trabaja con la insinuación de los personajes. Creo, que en el cuento, se muestra una “letanía de la pederastía encubierta” de la generación vieja, creyente y decadente de Dublín. En este sentido, Joyce contrapone dos figuras “adultas” (el padre Butler y el viejo) ahora bien, siempre me ha parecido críptica la escena del viejo que los dos amigos se encuentran en el campo. Al principio hablan de, ¿Cómo no? Literatura… y de Walter Scott (escritor inglés de algunos relatos “subidos de tono”, pero vena católica irónica) después todo se oscurece… Me explico, aparece un momento en que Mahony y el narrador, observan al viejo cuando se aleja de ellos después de la primera charla de cortesía y "noviecitas". Y Mahony “exclama” mirándolo a la distancia: (en el original)

    “I say! Look what he´s doing” (¡Mira lo que “hace”!:eek:)

    Joyce (el chico narrador), como he dicho, no emite juicio valórico de la situación y para efectos del cuento “encripta” su opinión con un “Ni miré ni levanté la vista” pero Mahony insiste:

    “I say… He´s a queer old josser” :eek:

    Aquí Cabrera Infante traduce puritanamente “Qué Viejo más estrambótico” y rechaza toda la fuerza valórica de la tajante expresión original “ a Queer old Josser” que en filisteo de putas dice nada más ni nada menos que; “…ese maricón viejo y puritano”. (Entiendo que “queer” es denigrativo de orden sexual gay y “Josser” es relativo a Sacerdote pero con un “énfasis” burlón).

    ¿Qué podría hacer el viejo que conmovió a Mahony?...

    ¿Se estaba masturbando el viejo después de la primera “excitante” charla con los chicos?...

    Joyce no lo aclara y yo lo dejo hasta aquí porque me gustaría escuchar sus opiniones…




    P.S. Anamar, querida, buena observación, el 95% de los personajes de Joyce tienen que ver con su familia, cercanos, amigos, enemigos. Por supuesto, los juicios de valor y los énfasis del retrato hacia estas personas están condicionados por el recuerdo vivido y por la influencia del propio padre de Joyce; John Joyce, que era un receptáculo infinito de anécdotas, genialidad y suspicacia, humor dublinés, frases cimarronas y prejuicios infundados, está en la obra de su primogénito. James Joyce, defendiendo y explicando la oceánica nomenclatura del Ulysses decía, “He volcado el Humor de mi padre en este Libro, los personajes fueron sus amigos, alguna vez caminaron por Dublín” (en algún momento podemos hilar más fino con esto :cool:)
  • AnamarAnamar Fernando de Rojas s.XV
    editado abril 2010
    Holaaa!:)

    Me subo al carro de las insinuaciones de pederastia.
    Me parece la única forma de entender... Bueno, claro, iba a citar la frase de la traducción. "Qué viejo más estrambótico" es un pegote que, junto con la la extraña tensión que flota en el ambiente en su trato con el viejo, te deja mal cuerpo. Se nota que el chico "se huele algo", que le molesta algo en su actitud, porque actúa a la defensiva. (Otra vez esa mirada de los jóvenes, su inteligencia, su lucidez...)
    El hecho de que no se diga ya es un buen indicador de que el tema es lo suficientemente delicado para hacerlo pasar discretamente, aunque ya veo que en el original el autor dejaba caer más pistas.

    Que, por cierto, ahora caigo en que, más que abstenerse de juzgar, a mí me da la impresión de que él simplemente retrata la realidad, también en el sentido de "ponerla en evidencia". Por un lado la asume, es lo que hay. Por otro, te la pone delante de las narices... y de la forma en que lo hace provoca un desaosiego. Vamos, que no es imparcial, sólo objetivo, como lo serían los reporteros de guerra, por decir algo. Aunque las "guerras" de sus dublineses se dirimen de puertas adentro.

    Con Eveline espero que haya muchos comentarios, porque a mí me ha dejado... Ché, si es que no sé ni ubicarlo! :confused:

    Edito: (Si es que siempre hago igual, que luego releo para atrás, y... )
    Alterego, sí, sí, hilamos... habrá que conocerlos, ya que quiso presentárnoslos.
  • MalubeMalube San juan de la Cruz XVI
    editado abril 2010
    En este relato me despistó la forma de empezarlo. me quedé con la sensación de que me había perdido algo. Pasa de la escenificación de un juego de niños en casa de lo Dillon (una familia típica irlandesa de misa de domingo y madre hacendosa) a volver a hablar del difunto sacerdote y su locura, para saltar de nuevo al relato del encuentro propiamente dicho.
    Como observación general me ha llamado la atención la insistencia en marcar la diferencia de clases, y el estatus del protagonista en este y otros relatos. Remarca que va a colegio de pago, por dos veces; llama andrajosos a los niños que pululan por la zona del puerto; comenta que “vagaban por las mugrientas calles en las que vivían las familias de los pescadores”. Marca con insistencia la diferencia.
    Y luego, me ha llmando la atención la mentalidad y actitud del viejo, que se pone a disertar sobre que lo normal a ciertas edades es tener novias, como tratando de provocar alguna reacción en los chavales o ganarse su confianza; el narrador reconoce estar de acuerdo con él, pero no le cuadra ese comentario en un viejo y despierta su rechazo.
    Despuñes cambia completamente el discurso, y explica que si viera a un muchacho hablando con una muchacha le daría una paliza, e incluso habla del placer que le causaría. Queda bien definida la mentalidad del anciano respecto al castigo físico y su obsesión con el tema, dejando un halo siniestro. Yo no había caído en lo de la pederastia, aunque sí me quedó retratado como un viejo verde y siniestro, que al final el propio narrador lo identifica como alguien de quien debe huir. Era importante ese matiz que nos ha descubierto alterego y que en la traducción nos han escamoteado (¡estos traductores!).
    Anamar, a mí el de Evelyn también es el que más me ha impactado. Es muy evocador, y los sentimientos muy claros y fuertes, igual que el fondo de la historia.
    Espero poderlo comentar, que igual estoy un par de días fuera.
    Odmaldi, si cuando se ducha sale con el pelo así, dígame como lo hace porque me voy a ahorrar mucho en peluquería :rolleyes:


  • alteregoalterego Juan Ruiz, el Arcipreste de Hita s.XIV
    editado abril 2010
    Contertulias, antes de pasar a “Eveline” (que parece que las fascinó, Mmm… :rolleyes:¿¿¿no será que son una expertas en dejar con los crespos hechos a los galanes???:mad:) quiero detenerme en algunos aspectos de orden muy subjetivo de “Un encuentro”, decir que me parece que es el primer cuento que retrata el viaje de evasión o huída para Joyce. De la “parálisis” de su tierra natal, Joyce desea huir, desea emigrar, quiere la perspectiva para re-fundar Irlanda y su gente, con las herramientas que Stephen Daedalus menciona al final en “Portrait of the Artist as a Young Man”.

    El cuento nos muestra una serie de pequeños antecedentes simbólico-biográficos que son representativos del primer momento del autor. Tenemos por un lado, la imagen del colegio, la atadura intelectual que es preciso desatar; tenemos la imagen del hogar, la atadura emocional que es preciso desatar; tenemos la evasión o huída, la exploración del mundo más allá del mar (el agua, símbolo de frontera para una isla, un límite a traspasar y el más allá), recordemos que en el cuento, el narrador y Mahony cruzan en una balsita el mítico río Liffey (Río que será una obsesión constante para Joyce y es necesario decirlo, la materia metafórica para la composición de Anna Livia Plurabelle, la heroína onírica de “Finnegans Wake”) en donde ven un mundo diferente, sin restricciones, otro orden, en términos líricos ven la libertad; el narrador piensa: “ Casa y Colegio daban la impresión de alejarse de nosotros y su influencia parecía que se esfumaba”

    A mí me llega fuertemente este aspecto del cuento. La necesidad de moverte, de dejar tu hogar, tu patria, alejarte de extraños cotidianos por la compañía de extraños distantes. ¿Quién no lo ha sentido? Tabula rasa en una tierra donde obtienes el anonimato absoluto de carne y espíritu.
    La presencia del “viejo” es una fugaz sombra de serpiente en un recién descubierto paraíso gris edénico… pero la liberación es una impostura dolorosa. Joyce lo intuía.

    No quiero dejar de mencionar la última frase de Joyce en el cuento (de todo lo que he leído de Joyce, las últimas frases de sus obras, siempre son una guinda, una delicia, una perla del idioma inglés, tienen una profundidad paradójica) Sirva de ejemplo:

    … He ran as if to bring me aid. And I was penitent; for in my heart I had always despised him a little. *

    [ocultar]* Trad. personal: “Corrió hacía mí para ayudarme. Y fui penitente; porque en mi corazón siempre sentí por el un pequeño desprecio.”[/ocultar]
  • alteregoalterego Juan Ruiz, el Arcipreste de Hita s.XIV
    editado abril 2010
    mmm ... Interesante Odmaldi... y yo "amariconando" al pobre viejo. Parece que sólo es un "Sadista" incorruptible (por lo mencionado por Malube, eso de sentirse atraído por golpear niños)

    ¿Entonces, el "Queer" de aquella época sería como una variante de "Weird"?
  • alteregoalterego Juan Ruiz, el Arcipreste de Hita s.XIV
    editado abril 2010
    odmaldi escribió : »
    De "An Encounter" yo me quedo con esta frase: "The mimic warfare of the evening became at last as wearisome to me as the routine of school in the morning because I wanted real adventures to happen to myself. But real adventures , I reflected, do not happen to people who remain at home: they must be sought abroad." No la sabría traducir bien, pero es la parte donde dice que las verdaderas aventuras se buscan en el extranjero/exterior (?). Hoy pude leer solamente tres, Las hermanas, Encuentro, y Araby. ¿Me podrían decir, por favor, cómo está traducido el título de "Araby"? Es el tercer cuento. Gracias.

    Es "Arabia" y a mí me ancanta ese cuento (pero sus amigas Malube y Anamar quieren pasar directamente a tratar con Eveline :()

    Totalmente de acuerdo con aquel párrafo, es lo que será una constante en los cuentos, ya se vislumbra, "la vida está afuera" ( no importa donde, pero es "otro lugar", "otras aventuras" y quién no se atreve no cruza el río... y ellos cruzaron el Liffey :))
  • AnamarAnamar Fernando de Rojas s.XV
    editado abril 2010
    Bienvenida, Odmaldi! :)

    Tranquila, que yo todavía ando remoloneando con los primeros... Voy adelante, atrás y de lado, como los cangrejos!! :rolleyes:

    (Por cierto: Buena elección de look, más que nada porque esa forma en que mirabas desde arria el otro día... Uf! :o) :D

    Y, por cierto: ¿Quién hablaba de imponer...? ¡Vaya par de elementos os habéis ido a juntar aquí esta noche americana, madrugada española!


    :)
  • alteregoalterego Juan Ruiz, el Arcipreste de Hita s.XIV
    editado abril 2010
    Anamar escribió : »
    Bienvenida, Odmaldi! :)

    Tranquila, que yo todavía ando remoloneando con los primeros... Voy adelante, atrás y de lado, como los cangrejos!! :rolleyes:

    (Por cierto: Buena elección de look, más que nada porque esa forma en que mirabas desde arria el otro día... Uf! :o) :D

    Y, por cierto: ¿Quién hablaba de imponer...? ¡Vaya par de elementos os habéis ido a juntar aquí esta noche americana, madrugada española!


    :)
    :D 2 pares ni más ni menos querida... (comentemos mañana "Arabia" please :rolleyes:) Prometo que si seguimos el orden de los cuentos voy a desclasificar secretos "ocultos" de "Eveline":cool:
  • MalubeMalube San juan de la Cruz XVI
    editado abril 2010
    odmaldi escribió : »
    ¿Pero es que es el mismo sacerdote? A mí me dio la impresión que más bien volvía el tema del sacerdote, pero cualquier otro sacerdote, y no el mismo que murió, ya que dice que éste murió en la casa de ellos. El otro, en cambio, no murió en la casa de ellos.
    Me refiero a este párrafo, que me despista porque lo veo fuera de contexto, salvo que sea una forma de unir unos relatos con otros y unos personajes con otros:
    "Eliza resumió
    —Bien despierto que lo encontraron y como riéndose solo estaba… Fue así, claro, que cuando vieron aquello, eso les hizo pensar que, pues, «no andaba del todo bien…
    Un encuentro
    Nadie quiso creerlo cuando dijeron que tenía vocación para el sacerdocio.
    Era verdad, sin embargo."


    A mí también me llamaron la atención las dos frases que apuntáis: la que hace referencia a que quién no arriesga no gana, y la última en que se recrimina por su actitud hacia Mahony.

    Como puede que hasta el viernes me conecte poco, os dejo mis impresiones sobre Arabia. A mí me ha llamado menos la atención que el de Eveline, pero también me ha gustado mucho. Lo he encontrado muy "plástico"; muchas de las frases que comentaba antes que me habían llamado la atención están en este relato:
    "Las otras casas de la calle, conscientes de las familias decentes que vivían en ellas, se miraban unas a otras con imperturbables caras pardas."
    "El aire frío mordía, pero jugábamos hasta que nuestros cuerpos relucían."
    "Mi cuerpo era un arpa y sus palabras y sus gestos eran como dedos que recorrieran mis cuerdas."
    Lo que más me ha llama la atención -además de la belleza de las frases que con muy pocas palabras describen el ambiente de forma magistral, tanto en su aspecto como en su fondo social-, ha sido la parte que muestra los sentimientos de ardor y desesperación de los primero amores.
    También el caracter decidido del narrador, que no duda en partir hacia la feria a pesar de lo tarde de la hora, y su frustración final. Parece que nuevamente quiera escapar, salir y vivir aventuras.
  • AnamarAnamar Fernando de Rojas s.XV
    editado abril 2010
    alterego escribió : »
    :D 2 pares ni más ni menos querida... (comentemos mañana "Arabia" please :rolleyes:) Prometo que si seguimos el orden de los cuentos voy a desclasificar secretos "ocultos" de "Eveline":cool:


    (Ejem... Esto es un inciso: ¿2 pares? :confused:)

    Sin please, jefe, sin please... Yo no quiero perderme nada!:)
  • AnamarAnamar Fernando de Rojas s.XV
    editado abril 2010
    Saludos a todos! :)
    Me presento preparada y dispuesta.
    Buena parte es más de lo mismo que comenta Malube.

    Arabia

    De momento tengo esto:

    - Se repite la tía bondadosa
    - Sigue muy presente la presión del entorno

    - No sé si Mangan podía sonar exótico, pero por lo menos el nombre de Arabia, la piel morena y las tiendas, acompañan también en la idea de la atracción de lo desconocido que comentabais, de que “el mundo está allá afuera”. No es así en todos los cuentos, pero en algunos sí me imagino a Joyce joven, devolviendo a los muchachos al mismo lugar del que salieron –distintos por dentro, pero de vuelta a su pequeño mundo-, del mismo modo en que él tuvo que quedarse allí hasta que fue su momento de irse.

    - El tío, probablemente ebrio y “en su mundo”, como si andase desfasado (es que no sé explicarlo mejor ahora mismo). Parece que ese tipo de escenas también le llamaron la atención, como si dibujase un plano general, el de las convenciones que todos tienen que asumir, lo que se da por hecho; y en contraposición, desmarcándose de ese plano, por un lado los que andan “perdidos”, como a la deriva, y por otro los que se mueven empujados por alguna fuerza interior, que siempre tiene su punto de rebeldía e insatisfacción.
    Me pregunto qué conexión, qué punto de tangente, dibujaba su mente cuando junta al cura que perdió la cabeza con el aprendiz, al viejo sádico con el chico que se "fuga", y al tío "poeta" con el sobrino loco de amor... Así de pronto, se me ocurre pensar en qué irían a dar un chico estudioso y que reflexiona mucho, otro bastante más asilvestrado y que se reconoce a sí mismo que no es justo, y otro que pierde la sesera y el mundo de vista por un delirio de amor... A lo mejor Joyce temía perderse en uno de esos personajes desencajados si no buscaba su propio camino, un entorno más acorde a sus inquietudes. O puede que patine estrepitosamente. :o

    (Nota: Queda claro que se me olvidan los nombres. En eso no tengo remedio.):o

    - Hasta ahora –y parece que esa será la tónica- cada cuento describe un viaje, y creo que siempre (o casi) va a dar en un punto sin retorno.
    El chico descubre muy pronto algunas verdades. Como a distinguir lo que él cree que es amor, de lo que finalmente es, una ilusión, un autoengaño en el que le han hecho caer sus propios anhelos. También se dibuja en el proceso –en el tren es cuando resulta más evidente- una especie de paradoja por la que el sentimiento que debería conducirlo a compartir, a vivir bellas experiencias en la compañía de la persona amada, poco a poco lo va arrancando de su vida, lo aísla y lo aleja de los demás. El amor sin duda tiene un gran poder de alienación, por lo menos en los espíritus sensibles, que es como se presenta al chico.

    C’est tout, mes amis! :)

    (Aquí arriba la cobarde reivindicación encubierta de una que sólo estudió francés. :o Ojo, pero intento seguiros, que conste!) :p
  • alteregoalterego Juan Ruiz, el Arcipreste de Hita s.XIV
    editado abril 2010
    Saludos :)

    Dejo mis impresiones del tercer cuento:“Arabia”.
    Esencialmente comparto todo lo dicho por Malube y Anamar, pero quiero manifestar como ex niño enamorado mi opinión de empatía con otro niño enamorado…:o


    Primero, algunos elementos biográficos de interés:

    - Joyce durante su primera juventud vivió en una casa idéntica a la descrita al principio del cuento, “Casa aislada de tres pisos al fondo de un callejón” que perteneció a un fallecido Párroco de Cork.

    - El año 1894 se instala en Dublín el circo “Araby”. Joyce con su habitual curiosidad de niño se empeña en visitarlo. Y sufre la decepción del olvido de un tío.

    - Joyce coqueteó con una vecina y su primer enamoramiento fue para Eileen Vance.

    - Este cuento, junto a “Las Hermanas” y “Eveline” fueron los únicos relatos publicados por Joyce en Dublín que le reportaron algún beneficio, se le pagó una libra esterlina por relato (el resto de los “Dubliners” fueron censurados sistemáticamente por “Inmorales” El primer editor de Joyce, compró los derechos de “Dubliners” e imprimió 200 copias para después quemarlas adrede en una calle céntrica de Dublín como “literatura de Prostíbulo”- Esté incidente es recogido en Ulysses- Sólo varias décadas después los relatos serían publicados y sin recortes. De hecho, Irlanda fue el último país en el mundo en aceptar la publicación del Ulysses; creo que fue alrededor de los años ´60. Sí, sé lo que están pensando, increíble pero cierto)

    Este cuento es especial para mí porque retrata el primer enamoramiento de niño y la posterior decepción del sentimiento y la fractura de la ilusión.

    Al principio veo un simbolismo en la pintura de un estado anímico invernal, gris y lluvioso, de callejón oscuro. (Dublín y su “parálisis”) y la necesidad de evadir esa realidad, en este caso, con la fascinación por el primer amor de niño que lo cambia todo y hace de gran parte del cuento una fantasía lírica (“Las hermanas”, “Un encuentro” y “Arabia”; es la trilogía confesional del Joyce niño, como narrador y como materia de la primigenia experiencia. Pero con el remate de “Arabia” algo cambia y se pierde en el espíritu del niño…) Lo delicado del cuento es la idealización del amor en un espíritu poético voluble como el de Joyce.

    “Todos mis sentidos parecían desear echar un velo sobre sí mismo… y musité: “¡Oh, amor! ¡Oh, amor!”, muchas veces.



    El niño asume y se impone un casual, inocente, pero significativo compromiso con la hermana de Mangan: - Si voy- le dije- te traeré alguna cosa. En adelante, esa será su obsesión hasta el sábado de la feria de Arabia… pero no olvidemos que las ataduras de su tío y su demora simbolizan al propio Dublín.

    La última frase deja caer todo el peso de la decepción y la recriminación tan amiga de la auto-culpa católica en el Joyce Joven. También es un despertar, abrupto pero necesario para un niño y sus sentimientos. Está la lucidez de verlo todo claramente y ver que lo que sientes no es agradable.

    Gazing up into the darkness I saw myself as a creature driven and derided by vanity; and my eyes Burned with anguish and anger.*

    [ocultar]* Trad. Personal. Fijando mi vista en la oscuridad, me vi como una criatura manejada y ridícula de vanidad; y mis ojos ardieron de angustia y rabia.[/ocultar]


    P.S. Anamar, Segunda vez. Dos pares, cuatro personas, dos continentes. Un empate. Evite muchas cosas pero se puede reincidir en lo que quieras.


    Odmaldi, usted sigue, somos todo ojos.
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