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En el tren

ShaiantiShaianti Fray Luis de León XVI
editado abril 2011 en Erótica
Para los que echaban de menos otro relato de viajes...


El tren arrancó despacio entre quejosos chirridos, de la gran estación Termini de Roma con destino a la isla de Sicilia, a unos 800 kilómetros al sur. El viaje habría durado casi doce horas incluido el trasbordo en el barco que cruza el estrecho de Messina. Estaba dotado de vagones cama y otros compartimentos más económicos que tenían sólo dos asientos largos puestos uno en frente del otro.


Me encontraba en mi compartimento de clase económica, provista de un buen libro y de tanta paciencia , de camino a mis vacaciones en un pequeño pueblo situado en las laderas del monte Etna. De frente a mi se sentaba otro pasajero, un hombre de aspecto agradable, que tras los consuetos saludos iniciales había sepultado el rostro bajo el periódico que leía. Al parecer, nadie más habría ocupado el compartimento.


El tren empezó a avanzar con paso más ligero, deslizándose por las vías engrasadas. Obervé de reojo a mi compañero de viaje: de unos treinta y tantos como yo, de constitución más bien atlética, bien vestido, pelo corto castaño, un rostro plácido, piel morena y afeitada.


Era verano y yo iba ligera de ropa, con falda de algodón, amplia pero corta, camiseta y sandalias blancas. Mantuve las piernas morenas cruzadas de frente a él, agradeciéndome a mi misma el habérmelas depilado aquella misma mañana. Mi abultado pecho quedaba inutilmente camuflado bajo el libro que sostenía.


Mientras le observaba, levantó la vista de su periódico y capturó la mía. Fue sólo un instante, pero en su rostro se esbozó una sonrisa cómplice mientras recorría, sopesando con la mirada, mi cuerpo exuberante.


Con el pasar de las horas, me había dejado llevar siempre más por el bamboleo del tren y la sensación era relajante y excitante a la vez. Pensé que a él le ocurriría lo mismo. Empezaba a notar el familiar hormigueo en los labios de mi sexo, cuando la excitación se despierta.


Para distraerme, miraba el paisaje que corría por el ventanal, lo pueblos, la costa que se deslizaba a mi derecha. En poco rato llegaríamos al extremo de la Calabria, donde el tren sería desmontado e introducido en la nave que nos transportaría a Sicilia.


Con grande estrépito nos metieron en el barco. Para algunos la situación puede ser agobiante, pero después de tantas horas de viaje y de lectura, empezaba a estar cansada y sentía los ojos cerrarse por el sueño. El vagón estaba en una semi oscuridad.


Lejano en mi sueño, oía el eco del rumor de la nave desde la bodega donde nos encontrábamos.
Abrí los ojos y lo vi muy cerca de mi, que contemplaba mi rostro. Se inclinó más y me dejó un beso suave sobre la boca. Me susurró: -¿tú también lo quieres? Respondí con un gemido casi imperceptible, -con ese beso había despertado del todo mi deseo ya latente desde hacía horas. Entonces me besó con fuerza, introduciendo la lengua con avidez, al mismo tiempo que apretaba con las manos mis pechos bajo el sostén.


Con rapidez se arrodilló delante de mi, y tras levantarme la falda y apartarme con los dedos las bragas, me besó el sexo, lamiéndome labios y vagina y presionando el clítoris que se hinchó endureciéndose. No paró hasta que me oyó gritar y sacudirme en el ápice del placer.


Entonces se puso de pie y se desabrochó el pantalón. Yo seguía sentada. Le ayudé a bajárselo mientras él liberaba su pene túrgido y fogoso. Me lo acercó a los labios: lo besé y lo lamí repetidamente y él se dejó llevar por el ansiado placer, gimiendo. Después me lo introduje en la boca y empecé a frotarlo con labios, lengua y dientes. Se puso más duro y caliente.


Tras unos minutos lo retiró de mi boca para sentarse. Entendí y me senté encima de él, a caballo entre sus piernas. Nuestros sexos se encontraron y me dejé caer sobre el suyo que me penetró de un solo golpe. Cabalgué su grueso pene que ahora estaba duro como la roca. Él me cogía de las caderas y me acompañaba en el movimiento introduciéndose en mi hasta tocar mis nalgas con los testículos endurecidos, mientras besaba, lamía y mordía mis pechos y pezones erguidos. Gocé de nuevo, esta vez en profundidad, con intensas sacudidas que le hicieron sentir las vibraciones dentro de mi.


Esperó unos instantes y entonces me hizo dar la vuelta, mientras seguía sentada sobre él. Tras masajearlo y estimularlo con los dedos, me penetró el ano y me invitó a moverme de nuevo, rítmicamente sobre su miembro ardiente. Con la presión de sus manos en mis caderas me indicaba el ritmo que fue haciéndose más rápido y convulso hasta que sentí la explosión de su sémen caliente, cuando llegó al orgasmo entre sacudidas y fuertes gemidos.


Al terminar, me reclinó sobre el asiento y se quedó sentado a mi lado acariciándome el pelo hasta que me dormí.


Al llegar a nuestro destino, al cabo de varias horas, me desperté y vi que él había dejado ya el compartimento. Me pregunté si lo volvería a encontrar en la isla, o en mi viaje de regreso…

Comentarios

  • ChumoskiChumoski Juan Ruiz, el Arcipreste de Hita s.XIV
    editado marzo 2010
    Con viajes como estos, a quién le importan las ruinas, los museos y las catedrales; las esculturas, las obras pictóricas y la arquitectura.

    - ¿Lo pasaste bien?.
    - De maravilla.
    - ¿Todo en su sitio?.
    - Todo.

    :D
  • Janis RoseJanis Rose Pedro Abad s.XII
    editado abril 2010
    La verdad... me pareció el relato mejor logrado de toda la página (sin ofender a nadie, gente :D ).

    Para mí siempre es un problema escribir erótico, nunca sé cómo encontrar el equilibro... si lo escribo muy porno queda grasa (en Argentino--> vulgar) si lo escribo más poético no calienta... vocabulario demasiado técnico es aburrido..


    ufff, es difícil... es difícil.
  • Jack LondonJack London Garcilaso de la Vega XVI
    editado julio 2010
    Chumoski escribió : »
    Con viajes como estos, a quién le importan las ruinas, los museos y las catedrales; las esculturas, las obras pictóricas y la arquitectura.

    - ¿Lo pasaste bien?.
    - De maravilla.
    - ¿Todo en su sitio?.
    - Todo.

    :D
    Me encanta esta réplica. :D

    Muy bueno el relato. :p ;)
  • carriecarrie Gonzalo de Berceo s.XIII
    editado julio 2010
    ¿Sigue saliendo ese tren desde Roma? Jajajaja.
    Me ha gustado, breve e intenso.
  • WoodedWooded Garcilaso de la Vega XVI
    editado agosto 2010
    Esos viajes son los que cuentan, aunque no siempre pueden ser contados.


    Me gusto.
  • ShaiantiShaianti Fray Luis de León XVI
    editado agosto 2010
    Exacto, that's it! Gracias, Starks.
  • toastedmantoastedman Pedro Abad s.XII
    editado octubre 2010
    Me encantó tu relato. Recién me registro en la página y es el primero que leí. Una gran primera impresión del foro. Seguí así. Felicitaciones.
  • ShaiantiShaianti Fray Luis de León XVI
    editado octubre 2010
    Gracias Toastedman, si te interesa, tengo otros publicados en esta misma sección :rolleyes:
  • caruhecaruhe Anónimo s.XI
    editado noviembre 2010
    Muy bueno, realmente excitante!
    Espero que sigan los viajes:)
  • GonzaleGonzale Anónimo s.XI
    editado diciembre 2010
    "Tio cachas + tia libertina= Historia soporífera y predecible"

    Bueno, tu relato es como un ladrillo; monótono. Pero con varios de ellos se puede hacer una verdadera obra de arte.;)
  • SimeSime Juan Ruiz, el Arcipreste de Hita s.XIV
    editado marzo 2011
    Bueno yo hoy creo que me he levantado con mejor pie que el pie con el que se levantó el querido Gonzale el día que hizo su comentario.

    Reconociendo que soy un bebé en esto de leer relatos de este género tengo que decir lo bien que lo he pasado llevado por el sueño de Shaianti, claro que no tan bien como los protagonistas pero bueno, todo se andará.

    Yo no se si con varios relatos de estos se puede hacer una obra de arte, no controlo tanto la cosa, pero me ha parecido un espléndido relato, demasiado fresco para ser ladrillo, demasiadas cosas en poco tiempo para ser monótono.

    Salud y un abrazo,
    Sime
  • ShaiantiShaianti Fray Luis de León XVI
    editado marzo 2011
    Gracias, Sime, por tu generoso comentario. Muy interesante el enfoque que das cuando dices "demasiadas cosas en poco tiempo para ser monótono", da la sensación del viaje, de la durada limitada en el tiempo.

    El buen Gonzale no creo que leyera los otros relatos que tengo publicados en esta sección, ni yo di mayor importancia a su aburrimiento ya que otros (y no pocos) antes que él, habían disfrutado y comentado en éste y todos mis demás relatos (no sólo eróticos, ojo). Si te gustó éste, te invito a leerlos. ¡Te aseguro que no te aburrirás!
    Gracias de nuevo ;)
  • amparo bonillaamparo bonilla Bibliotecari@
    editado marzo 2011
    me pareció súper excitante, así viajaría todos los días, esas son las cosas que hacen que valga la pena montarse en un trasto de esos, para estar varias horas, inactivas.:):p:eek::D:mad:
  • solitohumorsolitohumor Juan Ruiz, el Arcipreste de Hita s.XIV
    editado abril 2011
    Bueno, perdón, leí los anteriores comentarios después de hacer la crítica, ha sí que creo que voy a llevar la misma suerte que Gonzale. Pero es una crítica con cariño, el texto es horrible, pero mi crítica va dedicada con todo mi amor, si es que tengo, no, no creo.

    Comento a medida que leo.

    No quiero ser crítico ni nada, pero bueno, primero resalto la parte que me ha sido impactante:


    sopesando con la mirada, mi cuerpo exuberante.

    Pero acá parece que ya perdió la realidad de los hechos, ciertamente, está soñando, con toda seguridad, se ha quedado dormida; es decir, no es creíble, el hecho de la pregunta hace perder toda noción de realidad, las palabras sobreabundan para el tema que nos compete, y que le haya puesto el rostro cerca del suyo, asusta. Y es muy brusco como le aprieta los pechos.

    Abrí los ojos y lo vi muy cerca de mi, que contemplaba mi rostro. Se inclinó más y me dejó un beso suave sobre la boca. Me susurró: -¿tú también lo quieres? Respondí con un gemido casi imperceptible, -con ese beso había despertado del todo mi deseo ya latente desde hacía horas. Entonces me besó con fuerza, introduciendo la lengua con avidez, al mismo tiempo que apretaba con las manos mis pechos bajo el sostén.

    Luego avanza sin problemas, sigue perfecto, es muy estimulante, pero el problema sería en la introducción previa al desenvolvimiento de los hechos. Habría que buscar otro recurso u otros recursos.
    Perdón las excesiva crítica, no es con intención de devaluar el trabajo, entiendo que la lectura aquí es para recrearse, no un concurso por un premio de literatura. Tome la crítica como de quien viene, de nadie en particular.
    Bueno acá parece que está teniendo un ataque de epilepsia. “Convulso” evoca incorrectamente otra situación y no la que están viviendo. A mi parecer.


    que fue haciéndose más rápido y convulso hasta que sentí la explosión

    Bueno, termine la lectura y me desilusioné, todo fue cierto, el final predecible, lo que esperábamos. Nada muy fuera de lo que sucede en lo cotidiano y convencional.

    Otra vez perdón por la crítica, no le preste atención, solo explayé lo primero que se me vino a la cabeza.

    En general el texto está bien hilado, mejor de lo que yo podría hacer, pero, ¿Qué van a saber los críticos de arte? Solo servimos para criticar.



    Saludos atentos.


    posdata: faltaron los espejitos de colores.
  • solitohumorsolitohumor Juan Ruiz, el Arcipreste de Hita s.XIV
    editado abril 2011
    1100 visitas, acá la crítica está de más, debe haber gustado.
  • ShaiantiShaianti Fray Luis de León XVI
    editado abril 2011
    Gracias de todas maneras por haber comentado, Solitohumor. La verdad es que de los tres relatos eróticos que he publicado aquí, éste no es mi preferido. Si buscas algo más "espeso" en contenido literario, te recomiendo este otro mío, también publicado en esta sección:

    http://www.forodeliteratura.com/showthread.php?t=10678
  • solitohumorsolitohumor Juan Ruiz, el Arcipreste de Hita s.XIV
    editado abril 2011
    ok, pero no se preocupe, criticar es mi pasatiempo, aunque no haya nada para criticar.


    Saludos Atentos.
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